El coste de los disturbios iniciados en octubre en Cataluña podría ser de hasta 462,5 millones de euros, que se rebajarían del PIB catalán. Así lo ha transmitido BBVA Research este miércoles en la presentación de su informe sobre la situación en Cataluña en el segundo semestre, previendo que los altercados en la comunidad autónoma pueden restar «entre una y dos décimas» del PIB catalán este año y hacer que Cataluña solo crezca un 1,8% en 2019.
La economía catalana generó 231.277 millones de euros en 2018, por lo que –según las estimaciones del servicio de estudios de BBVA– los episodios de violencia y tensión en las calles de Cataluña –como respuesta a la sentencia del procés– podrían descontar entre 231,3 y 462,5 millones de euros a la economía de la región. La entidad hace la estimación a partir de datos como la caída del gasto detectado entre catalanes y extranjeros durante octubre en comparación al mismo mes de 2018.
El economista jefe para España de BBVA Research, Miguel Cardoso, ha comentado que, en la segunda mitad de octubre –tras conocerse las condenas de entre 9 y 13 años a los gestores del referéndum ilegal del 1-O– el gasto de residentes catalanes cayó hasta un 8% o un 10%, y en el caso de los extranjeros llegó a desplomarse hasta un 15% o un 20%, según datos obtenidos a partir de tarjetas y terminales de pago del banco en Cataluña.
BBVA señala el «impacto negativo» de la tensión en Cataluña
BBVA Research advierte en su informe de que la «tensión» que se ha producido en Cataluña desde octubre «puede tener un impacto negativo sobre el crecimiento», aunque matiza que la «información preliminar» apunta a que por el momento es «limitado». Si los acontecimientos se prolongan, «introducirían un sesgo a la baja sobre las previsiones de crecimiento», por lo que insta a las administraciones a «retornar a un contexto de estabilidad, que permita el normal desarrollo de las actividades».
La entidad lo compara con lo acontecido en el otoño de 2017, en la época del 1-O y tras los atentados del mes de agosto de ese ejercicio, cuando «se observó una disminución de las llegadas de visitantes (que obligó a una corrección temporal de los precios hoteleros), un empeoramiento de la confianza de las empresas y una creación de empleo inferior a la que se estima que se hubiera logrado en un escenario sin incertidumbre», dice el informe sobre la situación en Cataluña este semestre.
Sin embargo, este año, «el aumento de la incertidumbre no parece haber sido tan intenso como el de octubre de 2017». No obstante, «a corto plazo también se observa un impacto». Si bien hay que «esperar a conocer más información de cara a confirmar estos patrones», «mantenimiento de este nivel de incertidumbre en el tiempo supone, por tanto, un riesgo a la baja sobre las previsiones de comportamiento de la economía de esta comunidad», concluye BBVA Research sobre las tensiones.