Barcelona aspira a ser la meca digital del sur de Europa con un impacto económico de 7.000 millones
La ciudad condal prevé atraer una inversión de más de un millón de euros en centros de datos y disparar su capacidad instalada hasta los 173 MW el próximo año
El interés por los centros de datos va en aumento en Barcelona. Una clara muestra de la fiebre por esta tecnología es la capacidad instalada en la capital catalana. Mientras que el año pasado se situaba en los 49 MW, la previsión es que se dispara hasta los 173 MW el próximo año. De acabar materializándose estas proyecciones, se generarían más de 2.200 puestos de trabajo y un impacto económico en el Producto Interior Bruto (PIB) de la ciudad condal enfilaría los 7.235 millones de euros.
Así lo revelan los datos recogidos en el informe ‘Barcelona puerto digital del Mediterráneo’ de Digital Realty y DE-CIX, elaborado por la firma de análisis Foundry, con la colaboración de la Cambra de Comerç de Barcelona. El análisis desgrana que el impacto directo en la economía barcelonesa alcanzaría los 3.078 millones de euros, si bien también puntualiza que el impacto indirecto sería de 2.534 millones de euros y el inducido de 1.623 millones de euros.
«Cada euro invertido tiene un efecto multiplicador de 7 euros en la economía de la comunidad autónoma», especifica en el informe, en el que también se destaca que la inversión que se estima acometer en centros de datos en la ciudad condal de cara al próximo año se situará en los 1.047 millones de euros, una cifra que equivale al 27% de la inversión extranjera recibida en 2022.
«Puerto digital» del Mediterráneo
A pesar de que históricamente la capital catalana no ha representado un destino de este tipo de inversiones, en el último año se han producido distintos anuncios que apuntan a un crecimiento exponencial en la capacidad instalada pero también de la inversión que se va a acometer, tal y como se ha destacado a lo largo de la presentación del estudio.
Londres, París o Ámsterdam son algunas de las ciudades más desarrolladas en esta área, detrás de las cuales se posicionan urbes como Madrid, Estocolmo, Bruselas o Milán. Con el incremento previsto en la capacidad instalada en Barcelona, se espera que la capital catalana consiga situarse en la línea de la madrileña, de manera que «salte de categoría».
«Barcelona cuenta con todos los ingredientes necesarios para convertirse en el puerto digital que necesita el Mediterráneo», destaca el informe, en el cual también se recuerda que la llegada de cables submarinos conecta la ciudad de forma directa con distintos continentes. Dado que cuenta con una «masa crítica de empresas y talento especializado en tecnologías digitales», se considera «crucial» establecer una infraestructura digital interconectada.
Para ello, además de impulsar centros de datos, también se ve imprescindible el desarrollo de un ecosistema de empresas que incluya puntos neutros de interconexión, proveedores de servicios cloud, integradores de sistemas y consultoras, entre otros, incide el análisis.
Barcelona, una ubicación «estratégica»
«Cataluña es y será motor del sur de Europa», ha afirmado el presidente de la Cambra en el Barcelonès Nord, Vicenç Hernández, quien también ha apostado porque la ciudad condal se convierta en el puerto digital de la cuenca Mediterránea. Tras apuntar que la capital se ha convertido en un hub para los emprendedores digitales, ha pedido que no se olvide el potencial económico que presentan los municipios colindantes para fomentar el crecimiento empresarial en la región.
Durante su intervención, el director del Gabinet d’Estudis, Joan Ramon Rovira, ha ensalzado el papel de la ciudad condal como capital industrial y tecnológica. En este sentido, ha recordado que ocupa se sitúa entre las ciudades preferidas para impulsar una startup, con más captación de inversión extranjera o más atractivas para trabajar para los empleados procedentes de otros países. Por esa razón, ha remarcado la importancia de fomentar la conectividad e impulsar proyectos que aporten valor añadido a la urbe.
La directora del sur de Europa de DE-CIX, Theresa Bobis, ha puesto el acento sobre la latencia que ha descrito como la “nueva moneda” y ha destacado que las aplicaciones digitales necesitan estar “lo más cerca posible del usuario final”. También ha asegurado que Barcelona se encuentra en una ubicación estratégica, al actuar como enlace entre África y Europa, pero también ha vaticinado que jugará un papel «importante» en el tráfico entre Asia y Estados Unidos.
«No puedes mandar un whatsapp o ver un vídeo de Netflix o Disney sin las tecnologías que están en los centros de datos», ha destacado el director general de Digital Realty en España, Robert Assink, para evidenciar la relevancia de este tipo de instalaciones. Asimismo, ha aprovechado su intervención para pedir a la administración pública que facilite los permisos y licencias necesarias y que colabore con el sector privado.