La nueva advertencia del Banco de España sobre las tarjetas revolving
Las tarjetas de revolving permiten a los usuarios realizar el pago de las compras en cómodos plazos
El Banco de España ha lanzado una nueva advertencia sobre las tarjetas revolving. Estas son un tipo de tarjeta de crédito en la que todas las compras o disposiciones de efectivo que se realizan con ella, quedan aplazadas automáticamente para que el usuario pueda realizar el pago de las compras en cómodos plazos.
Las tarjetas de crédito permiten agrupar todas las compras del periodo y pagarlas íntegramente en la fecha de cargo elegida, sin intereses, o aplazar el pago a plazos (revolving), con intereses. También hacen posible la retirada de efectivo a crédito en cajeros automáticos, la cual siempre incluye intereses.
Así, al realizar una compra con la tarjeta de crédito, el usuario puede decidir qué día quiere que le carguen lo que debe, por ejemplo, a final de mes o a principio de mes Como en cualquier tarjeta de crédito, se pueden realizar pagos, independientemente de que se tenga dinero en la cuenta asociada, ya que las compras que se realizan no se cargan en la cuenta inmediatamente, sino que se aplazan para pagarlas posteriormente.
¿Pueden los banco encarecer el coste de las tarjetas revolving?
Si alguna vez te has preguntado si los banco pueden encarecer el coste de los créditos revolving con total libertad, podrás encontrar la respuesta está en el contrato firmado. De esta forma, solo si así ha sido acordado, las entidades podrán incrementar los intereses del crédito.
Si ese es tu caso, debes saber que el Banco de España considera que las entidades han de cumplir los siguientes pasos, dadas las importantes repercusiones económicas de la subida del tipo de interés tanto para la deuda futura como para la ya generada.
En primer lugar, deben comunicar de manera clara las nuevas condiciones y sus consecuencias en el coste del crédito. Para facilitar la comprensión, las entidades deben proporcionar la foto del «antes y después», comparando lo que tardarías en amortizar el rédito y las cuantías totales a pagar.
En segundo lugar, los bancos están obligados a informar a los clientes de que tienen derecho a no aceptar las nuevas condiciones. Si esa fuera tu decisión, la entidad cancelaría la tarjeta y se mantendría viva la deuda anterior con las condiciones vigentes hasta ese momento.
Los banco están obligados a cumplir con los criterio de buenas prácticas bancarias fijadas por el Banco de España que orientan el camino de las entidades hacia una gestión responsable, diligente y respetuosa con su clientela.