Bolaños toma el control de la negociación para el Banco de España

Bolaños liderará las reuniones con el PP para nombrar la nueva cúpula del Banco de España. Sánchez evita imponer a Escrivá y señala la opción del pacto: “Lo importante es que hay negociación”

El ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños. EFE/ Kiko Huesca

El ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños. EFE/ Kiko Huesca

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El ministro de la Presidencia, en lugar del de Economía, cerrará con el Partido Popular (PP) la negociación para nombrar nueva cúpula en el Banco de España. Ello significa que Félix Bolaños y no Carlos Cuerpo será quien defienda la posición del Gobierno en el asunto. La Moncloa sí mantiene la intención de que se pacten de una sentada, como anticipó Economía Digital el 27 de junio, todos los nombres pendientes en las instituciones económicas del país con mandatos a punto de terminar.

Aunque Bolaños ha tutelado las negociaciones que se han producido hasta la fecha, ha sido Economía quién las ha liderado.

El cambio de roles estaría, según fuentes de la industria financiera española, detrás del nuevo ciclo: se esperaba el anuncio oficial de un pacto el jueves en el Congreso. Sin embargo, éste se aplazó sin fecha alternativa, mientras el nombre de José Luis Escrivá se citaba en prensa próxima a la Moncloa como el elegido por el Gobierno.

El PP ya trasladó a sus interlocutores que Escrivá y Ángel Ubide eran opciones innegociables. A pesar de ello, el Gobierno defiende al actual ministro de la Transformación Digital como candidato. En la cumbre de la Alianza Atlántica (OTAN), el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, resaltó su perfil técnico. Pero a renglón seguido añadió: “Lo importante es que hay un proceso de negociación”.

Y en este marco de negociación se está interpretando la estridente irrupción de Escrivá como futurible gobernador del Banco de España.

El globo sonda

La tesis es que Bolaños mandó el globo sonda para entender si el bloqueo del PP a Escrivá es firme o si se puede moldear a cambio de otras posiciones pendientes también de nombramiento. Tras el Banco de España, la agenda apretará para investir nuevos consejeros en la comisión de competencia CNMC. En diciembre, incluso, habrá que ocuparse del relevo del presidente del regulador bursátil CNMV.

En la calle Génova insistieron, tras leer el nombre de Escrivá en El País, que no hablarían de más perfiles mientras no se retire el del ministro como opción para el Banco de España.

Bolaños deberá buscar no sólo un pacto con el PP, también el equilibrio en el seno del Gobierno.

Mientras, aunque no lo imponga, Sánchez prefiere a Escrivá, la candidata de Cuerpo es Paula Conthe. De hecho, el grueso de los bancos españoles daba por descontado el nombramiento de la actual secretaria del Tesoro como gobernadora. La sorpresa en el sector fue, por tanto, morrocotuda y este jueves el conjunto de las entidades reaccionó con inquietud a la opción Escrivá.

La posibilidad también inquieta a los profesionales del propio supervisor, según informó Economía Digital el viernes.

“El Banco de España opinaría lo mismo que el Gobierno”, explicó un alto funcionario a este diario. Escrivá ha protagonizado, además, sonoras polémicas públicas con estos profesionales. Se refirió a ellos como “los listillos” del Banco de España cuando se publicó un informe de la entidad que cuestionó la reforma de las pensiones que el propio Escrivá diseñó.

“La que han liado”

La semana acaba, de este modo, caldeada: “La que han liado”, deslizaba un directivo bancario en conversación con este diario. Pero mientras Gobierno y PP alimentan la dinámica pactista con el acuerdo sobre menores migrantes, gana enteros que la opción Escrivá tenga marcha atrás. El sector sigue esperando a Conthe: “sería una grandísima gobernadora”, comenta otra directiva bancaria a título personal.

Por ahora, Bolaños relaja, con el ánimo de que las negociaciones abiertas lleguen a puerto, la estricta agenda que había impuesto Cuerpo. El titular de Economía pretendía que, en la próxima reunión del Banco Central Europeo (18 de julio), España ya estuviera debidamente representada. Los nuevos tempos son más relajados: el Gobierno apurará hasta septiembre si hace falta.

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Ismael García Villarejo

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