Ayuso estudia una fórmula para devolver 500 millones de Patrimonio a 10.000 ricos de Madrid
La Comunidad de Madrid eliminará la bonificación del Impuesto de Patrimonio para evitar la recaudación por parte del Estado y plantea cómo devolvérselo a los damnificados
El Gobierno de la Comunidad de Madrid quiere que el dinero de las grandes fortunas de Madrid no se vaya a las arcas de Hacienda, sino que se quede en la región. El problema es que, más allá de eliminar la bonificación a este impuesto estatal, en el Ejecutivo que dirige Isabel Díaz Ayuso no saben cómo devolverle ese dinero a los propios contribuyentes, después de que el Tribunal Constitucional haya rechazado el recurso que presentó el gobierno madrileño contra esta figura.
Fuentes de la Consejería de Economía apuntan a que están estudiando la fórmula, posiblemente vía rebajas fiscales, para que los 555 millones que el Gobierno ha recaudado este año por la tasa de solidaridad a las Grandes Fortunas, que cobra en sustitución del Impuesto de Patrimonio, permanezcan en la región. La Comunidad de Madrid ha sido la gran aportadora de fondos a la recaudación de este gravamen temporal diseñado por el Gobierno, aportando casi el 90% de los 623 millones de euros que el Estado ha recaudado.
Ayuso prevé más rebajas fiscales
De hecho, si la eliminación de la bonificación sale adelante -el registro ya se ha hecho en la Asamblea de Madrid, donde el PP cuenta con mayoría absoluta- las expectativas de recaudación del Ejecutivo que lidera Pedro Sánchez, aún en funciones, se reducirían considerablemente. De acuerdo con las cifras del Plan Presupuestario enviado a Bruselas para el año que viene, la tasa temporal de solidaridad supondrá unos 640 millones de recaudación, unos 20 millones más que lo recabado este año.
Ahora bien, si los 10.023 patrimonios que declararon más de tres millones en patrimonio pagasen sus cuotas por el Impuesto de Patrimonio al fisco regional, Hacienda apenas recabaría 85 millones de euros. Muy por debajo de sus estimaciones.
El Gobierno regional apunta a que estas rebajas podrían producirse a través del IRPF y, aunque estarían dirigidas a los afectados por el impuesto de patrimonio, el objetivo es profundizar en las rebajas fiscales generalizadas. La Comunidad de Madrid ya avanzó que adoptaría, por segundo año consecutivo, una deflactación de los tramos del IRPF, una medida que supondría un coste de 153 millones de euros, según cálculos regionales. En cómputo de los dos años, la medida implicará un ahorro para los ciudadanos madrileños de 350 millones de euros. Sin embargo, el hecho de tener que recaudar de nuevo Patrimonio supondría evaporar el efecto fiscal de esa deflactación, recabando más de 500 millones anuales.
El Impuesto para las grandes fortunas fue la respuesta del Gobierno de Pedro Sánchez a la oleada de rebajas y bonificaciones en el Impuesto de Patrimonio de las comunidades autónomas gobernadas por el Partido Popular. Su diseño, como las tasas temporales a los beneficios extraordinarios de la banca y de las energéticas, estaba limitado temporalmente a 2023 y 2024, pero el nuevo acuerdo de Gobierno entre PSOE y Sumar contempla su prórroga, cuando no su consolidación en el sistema tributario.
La Comunidad de Madrid indica que el Impuesto de Patrimonio a estos 10.000 contribuyentes se les dejará de bonificar durante toda la vigencia del impuesto de solidaridad, por lo que si no siguiera adelante se volvería a neutralizar a partir de 2025.
Por lo que respecta a la posibilidad de acogerse a una quita de la deuda autonómica con terceros, ya que Madrid no está endeudada con el Fondo de Liquidez Autonómico (FLA), desde el Ejecutivo madrileño lo rechazan, apuntando a que consideran que han de abonarse estas deudas.