Anulan una tarjeta de crédito de Alcampo y obligan a la financiera a devolver los intereses que se han cobrado de forma ilegal
El juzgado considera que hubo falta de transparencia y condena a Oney a devolver lo pagado de más durante casi dos décadas
Una tienda Alcampo. Foto: Alcampo
Una tarjeta de crédito contratada hace casi dos décadas ha terminado en los tribunales con un claro veredicto a favor del consumidor. El Juzgado de Primera Instancia número 8 de Oviedo ha anulado el contrato de una tarjeta revolving vinculada a Alcampo, emitida por la financiera Oney, y ha ordenado la devolución de todos los intereses cobrados desde su activación.
El fallo judicial considera que la entidad no proporcionó la información esencial que debía haber recibido el cliente en el momento de la firma del contrato, suscrito en diciembre de 2005. El producto se comercializó sin explicar con claridad su funcionamiento, su coste real ni los riesgos asociados.
Intereses desorbitados durante 19 años
La tarjeta, que operaba bajo la modalidad de pago aplazado revolving, aplicaba un tipo de interés del 20,41% TAE, tanto para compras como para retiradas de efectivo. A lo largo de los años, el cliente utilizó un crédito total de 20.184 euros, pero acabó pagando 24.689 euros, sin que la deuda quedara saldada.
Lo más grave es que, después de casi 20 años de pagos, aún debía más dinero del que pidió originalmente. Esto se debe al modelo de amortización de estas tarjetas, en las que la mayor parte de cada cuota mensual se destina al pago de intereses, y no a la devolución del capital prestado.
Una victoria judicial con repercusión
La denuncia fue tramitada por la Unión de Consumidores de Asturias, que ha celebrado el fallo como un importante avance en la protección de los derechos financieros de los ciudadanos. Su presidente, Dacio Alonso, ha explicado que Oney “ni se le informó de cuánto iba a pagar, qué tiempo iba a estar pagando ni cuánto le iban a cobrar en comisiones”.
La falta de claridad y transparencia fue el eje central de la sentencia. El juzgado consideró que el cliente no pudo comprender adecuadamente las implicaciones del contrato en el momento de su firma, lo que invalida legalmente el acuerdo alcanzado con la entidad financiera.
Oney, obligada a devolver los intereses
Como consecuencia del fallo, la financiera deberá devolver todos los intereses cobrados de forma indebida durante estos años, una suma que podría ascender a varios miles de euros. El juez ha ordenado recalcular el saldo como si el crédito no hubiese generado intereses, lo que implica una devolución casi total de lo pagado de más.
Este tipo de sentencias sienta precedente en el ámbito judicial español, en un contexto en el que las tarjetas revolving han sido objeto de numerosas demandas y críticas por parte de asociaciones de consumidores.
Las tarjetas revolving se caracterizan por permitir el pago aplazado de las compras en pequeñas cuotas fijas, lo que en apariencia parece cómodo. Sin embargo, el interés acumulado mes a mes provoca que la deuda se alargue en el tiempo de forma desproporcionada, lo que ha llevado a muchos usuarios a situaciones de sobreendeudamiento crónico.
En los últimos años, los tribunales han empezado a revisar de forma más crítica este tipo de contratos, especialmente cuando se demuestra que se ofrecieron sin la debida transparencia.
Llamamiento a los afectados
La Unión de Consumidores de Asturias ha animado a otras personas en situaciones similares a revisar sus contratos de tarjetas de crédito y a consultar con expertos legales. Muchos de estos productos fueron comercializados sin cumplir los requisitos legales de información al consumidor, lo que podría dar lugar a más anulaciones judiciales.
Esta sentencia vuelve a poner sobre la mesa la necesidad de mayor regulación y vigilancia sobre productos financieros complejos, especialmente aquellos dirigidos al gran público. La opacidad en las condiciones y el lenguaje técnico siguen siendo una barrera para que los consumidores tomen decisiones informadas.