Ángela de Miguel, Cuerva y Torres: quién es quién en la guerra por la representación de la pyme española
El mundo patronal es un hervidero desde que Garamendi (CEOE) y Cuerva se declararan la guerra por el control de Cepyme, con Conpymes y su posible entrada en el diálogo social en el horizonte
Gerardo Cuerva, Antonio Garamendi y Ángela de Miguel. ECONOMÍA DIGITAL
La guerra entre Antonio Garamendi (CEOE) y Gerardo Cuerva (Cepyme) alcanzó un punto de no retorno esta semana con la presentación de Ángela de Miguel, presidenta de CEOE Valladolid, como candidata alternativa a las elecciones que tienen que celebrarse en el seno de la patronal de la pequeña y mediana empresa y que se convocarán, como tarde, este martes 11 de marzo.
Con todas las cartas encima de la mesa, la unidad en el seno de Cepyme parece imposible, a pesar de los reclamos de Garamendi y tras las denuncias de «coacciones» por parte de la dirección de CEOE a los socios de la organización empresarial para recabar su voto y asegurarse la salida de Cuerva de la presidencia.
Ángela de Miguel dio un paso al frente esta semana, aunque muchos empresarios dudan de que sea el nombre «incontestable» que estaba buscando el líder de CEOE para doblar la mano de Cuerva. La líder patronal, abogada y fundadora de un bufete, dio un paso al frente «con mucha ilusión, por sentido de la responsabilidad y compromiso personal» y con la «máxima preocupación» tras los cambios en el reglamento de la organización para suprimir la delegación de voto ante las asambleas electorales.
Su puesta de largo, con el fichaje de LLYC para asesorarla durante su campaña electoral, coincidió con la entrega de los Premios Cepyme, que contó con la presencia de Pedro Sánchez y Yolanda Díaz entre el público.
Si Gerardo Cuerva ya llevaba preparada una intervención dura o si la endureció tras conocerse el nombre de su rival en los comicios internos, que podrían tener lugar en mayo, es algo que no queda claro. Pero el presidente de Cepyme aprovechó la oportunidad para abroncar al Ejecutivo por sus políticas antiempresa y envolverse de nuevo en el manifiesto que abanderó hace medio año, apadrinado por Isabel Díaz Ayuso, y que lo distanció definitivamente de Garamendi.
«Creo, presidente, que ese manifiesto canalizaba un clamor y venía a expresar que las protagonistas de hoy, nuestras finalistas, con ser ejemplos de excelencia, podrían ser aún mejores, serían mejores dentro de dos años, si parte de tu gobierno no hubiera orillado el diálogo social», deploró Cuerva, en referencia a Yolanda Díaz, también presente.
«El clamor de los empresarios para los que el SMI supone ya el 80% del salario medio de su provincia, al clamor de las pequeñas empresas del campo que no encuentran forma de crear empleo desde hace más 30 meses, al clamor de quienes, en el pequeño comercio o la hostelería, no pueden dormir pensando como asumir la reducción de la jornada laboral, al clamor de aquellos que han de afrontar el incremento de las cotizaciones, al clamor de quienes asumen año tras año, más y más normativa que, en la práctica, sólo les hace menos productivos y menos competitivos», insistió Cuerva.
Justo después, el presidente de CEOE insistió en las llamadas a la «unidad» y en dejar atrás «los intereses personales» en pos de una patronal más fuerte.
Con el hacha de guerra ya en público y ante los miembros del Gobierno, la otra patronal en liza que aspira a representar a las pymes, Conpymes, ha iniciado una gira europea con reuniones con la Comisión y el Consejo Económico y Social Europeo para denunciar la situación en el país. Cepyme, argumentan, no puede hacer bandera de los intereses de las compañías más pequeñas porque está integrada en la unidad de acción de CEOE, que defiende a las más grandes.
Esta organización, presidida por el empresario José María Torres y creada en torno a la catalana Pimec, tiene un contencioso con el Ministerio de Trabajo ante la Audiencia Nacional para exigirle su integración en el diálogo social. Si bien Yolanda Díaz amadrinó su puesta de largo, en los últimos meses, sobre todo por la reducción de la jornada laboral, se han distanciado.
Díaz, precisamente, tuvo un gesto con Pimec durante una comparecencia parlamentaria este jueves. Un guiño importante que podría abrir la puerta a que la reducción de la jornada laboral tenga el aval del Congreso. Junts deploró que aún no se haya procedido a incorporar al Consejo Económico y Social (CES) a las organizaciones empresariales más representativas de Cataluña. Y la vicepresidenta tomó nota: «Sí voy a cumplir con la participación en el CES. Le digo que sí. Y sabe usted, me consta que lo sabe, lo que estamos haciendo y lo que tendremos que hacer con las modificaciones legislativas para hacerlo», respondió al diputado Josep Maria Cervera.