Álvarez (UGT) critica las «puertas giratorias» y reivindica una política «mejor pagada»
Álvarez se pronuncia sobre la renuncia de Alberto Garzón a consultora y destaca desafíos laborales y agrarios en rueda de prensa en Valladolid
El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, indicó este miércoles a preguntas sobre la renuncia del exministro de Consumo, Alberto Garzón, a firmar con la consultora Acento, que le parece que los políticos «deberían tener y salir de una actividad en la administración o en una empresa privada y volver a su puesto de trabajo» pero las «puertas giratorias» no son «buen sistema» y reivindicó que la política en España «debería estar mejor pagada».
Así lo indicó en respuestas a los medios de comunicación en Valladolid después de que el exlíder de IU renunciase a fichar por la consultora fundada por el exministro socialista José Blanco.
Aunque reconoció que le «cuesta mucho» valorar una cuestión como ésta, señaló que hay «un deseo muy exhaustivo» cuando la persona «es y viene de un partido de izquierdas» porque «eso ocurre cada día con la derecha en nuestro país». Rechazó las «puertas giratorias», e insistió en que «a ver si ahora resulta que solo aparece cuando el que tiene una situación de estas características es un señor que ha estado militando y que ha estado trabajando por los ciudadanos».
Sobre materia laboral, señaló que todavía deben analizar los «resquicios legales» que se siguen utilizando para que siga habiendo contratos a tiempo parcial de personas que querrían trabajar a jornada completa.
Asimismo, indicó que, en relación a los despidos, ya habría una resolución del Comité de Derechos Sociales de la Unión Europea «si no fuera por la desafortunada injerencia del Gobierno de España». Esta buscaría no ligar exclusivamente la indemnización por despido improcedente a los años trabajados, sino también a otras cuestiones. «Quiero aprovechar para decirle al Gobierno que saque las manos del Comité. Ha resuelto casos similares en Italia y en Francia favorables a los trabajadores y lo va a resolver en España «, criticó Álvarez.
Acerca de la reducción de la jornada laboral, señaló que le gustaría acordar con la CEOE «cómo se aplica» porque el fondo ya se ha «acordado» al votar los ciudadanos «mayoritariamente fuerzas políticas que en un programa de gobierno sitúan ese tema». Deseó que se ponga en marcha «en los plazos que el propio Gobierno ha planteado».
A la patronal le pidió diálogo para «no se produzca esa situación de intransigencia» como en la subida del SMI, de la que la CEOE se descolgó. Álvarez pidió que la reducción del tiempo de trabajo «no sea un lastre para las empresas, sino al contrario, porque en España se trabajan muchas horas presenciales».
Protestas agrarias
Acerca de las protestas agrarias, reivindicó la presencia de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) en las movilizaciones de hoy y defendió que los pequeños agricultores «tienen razón» y el Gobierno «tiene que escucharlos». En su opinión, la situación de «competencia desleal» que se produce en la UE y la burocracia son elementos con los que hay que «acabar».
Además, reclamó también la participación de las comunidades autónomas, a las que acusó de ponerse «de lado» pese a estar siempre reclamando más competencias. «Las comunidades autónomas tienen que responder también a esas situaciones en un momento extremadamente difícil porque el cambio climático es una realidad», indicó.
Álvarez también señaló que la Ley de la Cadena Alimentaria es «incipiente» y está «muy lejos» de cumplirse, por lo que es una cuestión que se va a reclamar al Gobierno. Asimismo, criticó a algunos líderes de la plataforma 6-F «que poco tienen que ver con la agricultura».
También reivindicó la Agenda 2030 y señaló que los carteles que se han visto en contra en algunas protestas «no responden para nada al sentimiento de los agricultores de nuestro país», pues «no sé cómo alguien puede pensarse que la agricultura española podría sobrevivir hoy sin la Unión Europea».
También cargó contra el PP por abrir en Castilla y León un «melón que está destruyendo en buena parte la convivencia de la que veníamos disfrutando en nuestro país» y resaltó que en Europa a la extrema derecha se le somete a un «cordón sanitario». «Eso sería muy bueno en España. Creo que ayudaría a normalizar la vida política en España, a que los debates en el parlamento no tengan este carácter fundamentalista y monotemática que siempre tienen», afirmó.