Almunia duda de que el Popular estuviera bien supervisado
Para el ex vicepresidente de la Comisión Europea un supervisor único podría haber detectado los problemas
Joaquín Almunia, ex vicepresidente de la Comisión Europea, ha reconocido durante su participación en el décimo aniversario del FROB, que una de las espinas con la que se ha quedado es que no se pudo detectar a tiempo los problemas de Banco Popular durante 2012-2013.
El también ex ministro socialista ha señalado que, si hubiera existido un supervisor único, la situación podría haber sido distinta; en lo que podría interpretarse como una crítica a la supervisión realizada por el Banco de España durante aquel periodo, en el el organismo contó con dos gobernadores, Luis María Linde y Miguel Ángel Fernández Ordoñez.
Así, ha señalado que a Europa «se le escapó» el Banco Popular, que antes de su resolución y posterior venta al Santander por un euro, presentaba sus balances «de una forma que parecía mejor de lo que era». Almunia, señalando que sus afirmaciones se realizaban «con todo el respeto al Banco de España», y ha asegurado que hubiera sido necesario un mecanismo único europeo de supervisión.
Almunia ha confesado no estar satisfecho de todo lo que se hizo «en Europa y en España» durante 2012 y 2013, periodo en el que hubo en el seno de la Comisión Europea conversaciones sobre si el Banco Popular debía o no debía asumir planes de reestructuración.
Finalmente no fue así porque la entidad «pudo presentar su balance de una forma que parecía mejor de lo que era, por eso se nos escapó», y de ahí insistió en la necesidad de un supervisor único.
Esta carencia, ha explicado, es una señal de lo importante que es contar con una verdadera unión bancaria.
El 7 de junio de 2017, a instancias de la Junta Única de Resolución (JUR), el FROB liquidó el Popular, amortizó el valor de sus acciones a cero y lo vendió al Santander al precio de un euro, señala EFE.
Popular y dos años de digestión para Santander
La celebración del décimo aniversario del FROB justo ha coincidido con otro aniversario: el segundo desde que Santander rescatara al banco entonces presidido por Emilio Saracho.
En los últimos meses, la entidad que preside Ana Botín ha cerrado parte de los problemas generados por compra; como el exceso de red en España que le ha generado la operación; o la pugna legal que mantenía con Allianz tras romper el contrato de comercialización de ciertos productos de seguro y gestión de activos.