La Airef ve un efecto «prácticamente nulo» de la reforma laboral de Yolanda Díaz y el SMI para pagar las pensiones
La Autoridad Fiscal apunta a que la subida del SMI de 2023, cuando pasó de 1.000 a 1.080 euros por paga, tuvo un coste de 70.000 empleos. La subida de costes laborales contrarresta, a futuro, los mayores ingresos
La vicepresidenta Yolanda Díaz. ECONOMÍA DIGITAL
El Gobierno suspira de alivio. El Ministerio de Seguridad Social aprobó, por la mínima, el examen de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) a la reforma de las pensiones que hizo el exministro (y ahora gobernador del Banco de España) José Luis Escrivá, por lo que no harán falta ajustes ni recortes en el sistema, medidas muy impopulares para un Ejecutivo que ‘vende’ la reconquista de la revalorización de las jubilaciones conforme a la inflación.
El informe sobre la regla de gasto en pensiones que elaboró la Autoridad Fiscal calcula que el gasto en pensiones, descontadas las medidas de ingresos impulsadas por las dos reformas de Escrivá (la primera, a tres bandas con patronal y sindicatos, y la segunda, solo con las centrales), será del 13,2% del producto interior bruto (PIB) entre 2022 y 2050, una décima por debajo del compromiso con Bruselas y suficiente para no activar la subida automática de las cotizaciones sociales a través del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI).
Hasta aquí la cal, porque todo lo demás es arena. El informe y la intervención de la presidenta de la Airef, Cristina Herrero, fueron muy críticos tanto con el encargo tasado del Gobierno como sobre los verdaderos efectos de la reforma de las pensiones, ya que, a pesar de haber aprobado este examen, «no hay un análisis de sostenibilidad detrás».
«En 2023 hicimos una serie de propuestas que iban orientadas a garantizar la sostenibilidad del sistema de pensiones. Desde entonces, desde hace dos años, los avances han sido muy limitados«, aseguró Herrero durante la presentación del informe este lunes.
El Gobierno celebra el aprobado a la reforma de las pensiones
Dentro del encargo del Gobierno para analizar cuán eficaces habían resultado sus medidas para asegurar la sostenibilidad del sistema de pensiones, el Ejecutivo incluyó las políticas relativas al mercado laboral, singularmente tanto la reforma de finales de 2021, la joya de la corona de la gestión de Yolanda Díaz como ministra de Trabajo, así como las sucesivas subidas del salario mínimo interprofesional (SMI), que ha alcanzado los 1.184 euros al mes este ejercicio.
Unas políticas de las que hace bandera el propio Ejecutivo. La ministra de Seguridad Social, Elma Saiz, las puso en valor tras conocer el informe de la Autoridad Fiscal: «Miramos al futuro con optimismo: hay indicadores y datos que son buena muestra de que vamos en la buena dirección. Hay 21,5 millones de afiliados a la Seguridad Social, la subida del 61% del SMI desde que gobierna Pedro Sánchez lo que hace es mejorar las cifras de cotización, el fondo de reserva, la hucha de las pensiones, va a terminar el año con 14.000 millones de euros…».
Pero la realidad es que la Airef, si acaso, apunta a que las subidas del SMI tendrán un impacto de una décima de PIB hasta 2050 en el incremento de los ingresos del sistema (unos 1.600 millones de euros, tomando como base el cierre de 2024), mientras que los efectos serán «prácticamente nulos» en la mejora de las entradas por cotizaciones sociales a la Seguridad Social.
SMI: más renta, pero más costes laborales
Sobre el SMI, la Airef señala que, con motivo de sus consecutivas subidas, cada vez representa a una proporción mayor de trabajadores y constata un efecto «moderado», pero negativo, sobre la creación de empleo. Así, la reciente subida de 2023, que supuso pasar de los 1.000 euros al mes a los 1.080 euros por paga, tuvo afectación directa en 70.000 puestos de trabajo que no se crearon.
Si bien subir el SMI tiene efectos sobre aquellas rentas más bajas que tienen una mayor predisposición al consumo (es decir, ese ‘extra’ en el salario lo gastan en la cesta de la compra, en bienes duraderos…), también supone un alza en los costes de contratación de los trabajadores acogidos a este sueldo mínimo.
«Los modelos macroeconómicos de la Airef en los que predomina el canal de renta sugieren que el impacto de una medida de esta naturaleza podría aumentar los ingresos por cotizaciones sociales en 0,1 puntos porcentuales o 0,2 del PIB en el promedio de 2022-2050, dependiendo de si se toma como escenario base un SMI que se incrementa en línea con la inflación pasada o un SMI constante, respectivamente», aduce el documento.
Ahora bien, el posible impacto negativo por esta subida de los costes laborales podría compensar los efectos positivos de estos incrementos de renta «y podrían incluso tener un efecto ligeramente negativo en los ingresos por cotizaciones». A todo esto hay que tener en cuenta una variable importante: «En las simulaciones se ha considerado que los incrementos del SMI han estado exentos de IRPF lo que contribuye también a que predominen los efectos de demanda». Unos efectos que desaparecerán a partir del año que viene.
Pero, sobre las medidas de la reforma laboral, «no se puede concluir que hasta la fecha hayan tenido un impacto significativo sobre los ingresos de la Seguridad Social en porcentaje del PIB».
La reducción en la temporalidad puede favorecer la formación de los trabajadores y, por tanto, la productividad. Pero la rotación laboral sobre los contratos indefinidos se muestra prácticamente estable, lo que cuestiona el verdadero efecto de la ley estrella de la vicepresidenta segunda.
La Airef exige la evaluación de la reforma laboral
«Finalmente, los modelos macroeconómicos que permiten simular los distintos canales por los que discurre el impacto de las medidas adoptadas (reducción de la temporalidad, reducción de la probabilidad de salida del empleo al desempleo, prioridad aplicativa de los convenios sectoriales) sugieren que las medidas de reforma laboral tienen un impacto positivo, aunque moderado, tanto en el PIB como en el empleo, pero prácticamente nulo en la ratio de ingresos por cotizaciones sociales sobre el PIB -debido al incremento del PIB nominal-«, señala la Autoridad Fiscal.
La última pulla a la gestión de Yolanda Díaz viene por el incumplimiento del compromiso del Gobierno de publicar un informe evaluando los efectos de la reforma laboral en la temporalidad, como ha venido informando ECONOMÍA DIGITAL. En ausencia de este informe, dice la Airef, es difícil contabilizar las potenciales ventajas para la Seguridad Social.
El examen de la Airef evita que el Gobierno tenga que asumir nuevas medidas sobre pensiones con un Congreso muy fragmentado y permite al Ejecutivo dar patada hacia delante. La próxima evaluación será ya en 2028. No solo el Ejecutivo será distinto (quién sabe si de otro color). También la presidencia de la Autoridad Fiscal será otra. El Ministerio de Economía tendrá que elegir a su candidato el próximo año.