Air Europa ofreció 4,5 millones a Aldama por recuperar 180 millones bloqueados en Venezuela

Air Europa prometió en 2019 a Víctor de Aldama, presidente del Zamora C.F. y presunto comisionista en el ‘caso Koldo’, un total de 5 millones de dólares –4,5 millones de euros, según el tipo de cambio que se aplicaba entonces– por recuperar de Venezuela unos 200 millones de dólares –180 millones de euros– que fueron bloqueados por las autoridades nacionales debido a la hiperinflación.

Así lo reflejan los investigadores de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO) en el sumario del ‘caso Koldo’ –al que tuvo acceso Servimedia–, que apuntan que este «encargo» fue la semilla de la «relación previa» entre ambas partes.

Unos meses después, la aerolínea gestionaría una parte del transporte de las mascarillas que el Ministerio de Transportes compró por 52 millones de euros, a través del contrato que ahora investiga el juez por el presunto reparto de comisiones ilegales.

La primera colaboración empresarial entre Air Europa y Aldama se remonta al 17 de septiembre de 2019, fecha en la que el empresario firmó con el consejero delegado de Globalia –matriz de la aerolínea–, Javier Hidalgo, un contrato de mediación y gestión.

En el texto se constata que la compañía española «realizaba multitud de vuelos a destinos de la República Bolivariana de Venezuela» y «que, fruto de las ventas» de billetes, «había acumulado en bolívares» la cantidad equivalente a 200 millones de dólares americanos.

El problema, según el contrato, era que, «debido a razones de índole económica» y relacionadas con la hiperinflación, Air Europa «no podía sacar de Venezuela esos fondos ni por vía física ni electrónica, por lo que esas cantidades no habían sido puestas a libre disposición por parte de las autoridades venezolanas».

Tres meses y medio

El informe de la UCO señala que la entonces filial de Globalia «encargó» a Aldama «literalmente ‘la realización de las gestiones necesarias para la consecución de las operaciones y actos de comercio necesarios que permitan a Air Europa cobrar el importe adeudado a día de hoy por el Gobierno de Venezuela que asciende a doscientos millones de dólares americanos'».

«Como contrapartida», Air Europa garantizó al presunto implicado en el ‘caso Koldo’ una comisión que ascendería a 5 millones de dólares –4,5 millones de euros–, «estando incluidos en dicha cláusula todos los gastos en los que se incurriera para el desarrollo de las gestiones». A su vez, se estableció que Aldama debía comunicar «mínimo una vez por semana» cualquier noticia «que interesase al buen éxito de la negociación».

El informe no aclara si Almada completó la tarea, pero sí que el contrato estaba en vigor hasta el 31 de diciembre de ese mismo año, es decir, que solo dispuso de tres meses y medio.

También incorpora algunas de sus conversaciones con los dirigentes de la aerolínea. En una de ellas, solicitó al director de Asesoría Jurídica, Ramiro Campos Gallego, que le enviara con urgencia una carta para poder remitirla a Venezuela. Y en otra, Hidalgo le habilita por escrito «para realizar gestiones tendentes a cobrar la deuda».

10.000 euros al mes

La vinculación de Almada y Globalia se fortaleció con otro contrato que suscribieron el 1 de noviembre de 2019, según concluye la Guardia Civil con la documentación aportada por la Oficina Nacional de Investigacion del Fraude (ONIF).

Con dicho documento, la matriz de Air Europa contrató al empresario a través de su sociedad MTM 180 –que presuntamente canalizó fondos públicos en el ‘caso Koldo’– para labores de consultoría. La duración de la vinculación entre ambas partes fue de dos años y Aldama percibió, según el informe, 10.000 euros al mes.

Unos meses después, Air Europa cerró con Soluciones de Gestión y Apoyo a Empresas SL –la compañía que se adjudicó el contrato investigado del Ministerio de Transportes– el transporte de las mascarillas que, según los pagos declarados, superó los 2,5 millones de euros.

Por su parte, Globalia Broker, que también pertenecía al ‘holding’ de los Hidalgo, actuó como «intermediario entre el fletador y el transportista» y se embolsó otros 1,1 millones en un contrato «exento de IVA».