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Las acciones de Grifols caen más de un 8% tras la rebaja de Moody’s
Moody's comunicó el miércoles al cierre de mercado que ha rebajado el 'rating' de la firma catalana a 'B3' desde 'B2' por los niveles de apalancamiento de la compañía
Las acciones de Grifols se desplomaban este jueves más de un 8% en el arranque de la sesión bursátil, después de que este miércoles se conociera, con el mercado ya cerrado, que la agencia de calificación crediticia Moody’s había rebajado el ‘rating’ de la firma catalana a ‘B3’ desde ‘B2’.
Así, la compañía de hemoderivados caía un 8,11% en el inicio de la jornada, hasta intercambiar sus acciones a 8,344 euros, aunque minutos después moderaba su desplome al 7,71%, con sus títulos a 8,38 euros.
En este contexto, Fitch Ratings ha revisado la perspectiva de la calificación crediticia a largo plazo de Grifols, de negativa a estable, y ha confirmado el ‘rating’ en ‘B+’, mientras que Moody’s lo rebajó ayer a ‘B3’ desde ‘B2’.
La revisión de la perspectiva refleja la opinión de Fitch de que el riesgo de refinanciación a corto plazo se ha reducido «significativamente» tras la emisión de 1.300 millones de euros de bonos sénior garantizados y la venta de la mayor parte de la participación de Grifols en Shanghai RAAS (SRAAS) por 1.600 millones de euros, «lo que le permitirá hacer frente a sus importantes vencimientos de deuda en el primer semestre de 2025».
«Observamos que la empresa aún debe ampliar su línea de crédito renovable (RCF) con vencimiento en noviembre de 2025, pero esperamos que lo haga antes de finales de 2024″, ha explicado Fitch.
La agencia añade que las calificaciones de Grifols se ven limitadas «por su elevado apalancamiento, su ajustada liquidez y un flujo de caja libre (FCF) temporalmente moderado».
Con todo, Fitch ha avanzado que prevé un aumento «gradual» del resultado bruto de explotación (Ebitda) durante los próximos cuatro años, impulsado por el crecimiento de las ventas, la reducción de los costes de obtención de plasma y el lanzamiento de los productos de Biotest.
Moody´s rebaja a ‘B3’
Por su parte, Moody’s comunicó el miércoles al cierre de mercado que ha rebajado el ‘rating’ de la firma catalana a ‘B3’ desde ‘B2’ por los niveles de apalancamiento de la compañía y su modelo de gobernanza, poniendo así fin a la revisión iniciada el pasado 5 de marzo por la menor generación de caja y el retraso en la publicación de sus cuentas auditadas.
La agencia explicaba que la rebaja a B3 refleja el elevado apalancamiento de Grifols -incluso a pesar de la reducción de deuda esperada por su reciente venta de activos- así como la recuperación del flujo de caja libre más lenta de lo esperado, lo que resultará en métricas crediticias que estarán en línea con una calificación de B3 en los próximos 12 a 18 meses.
Asimismo, Moody’s ha aducido que las consideraciones en torno a la gobernanza han sido también un factor clave en la rebaja: «En particular, la limitada previsión del desempeño financiero, la gestión de riesgos de la compañía, un historial de desempeño deficiente, una estructura organizativa compleja y opaca en la que mediaron transacciones con partes relacionadas [en referencia a la relación de Grifols con Scranton, Haema y BPC], así como la rotación de la gerencia».
«Reconocemos que Grifols ha realizado algunos cambios positivos en su gobierno, incluida la reciente separación de la dirección de los accionistas y el nombramiento de un nuevo consejero delegado; sin embargo, en este momento existe un historial limitado de operaciones de la empresa después de estos cambios», ha enmarcado Moody’s.
De su lado, la agencia ha reconocido a su vez los pasos dados por la compañía catalana de hemoderivados para abordar los vencimientos de sus bonos con vencimiento en el primer semestre de 2025 y mejorar su posición de liquidez.
En ese sentido, ha citado que recaudó 1.300 millones de euros en pagarés senior garantizados de colocación privada y utilizó los ingresos para reembolsar sus 1.000 millones de euros en pagarés senior no garantizados con vencimiento en mayo de 2025.
Asimismo, ha señalado que Grifols cerró la venta de una participación del 20% en Shanghai RAAS (SRAAS) y que espera que utilice los ingresos relacionados (1.600 millones de euros) para reducir su deuda senior garantizada.
Pese a todo, Moody’s ha concluido que la liquidez de Grifols es frágil, si bien es adecuada para los próximos doce meses; más allá de eso, han observado que el mantenimiento de una liquidez adecuada dependerá de que Grifols regrese a una generación positiva del flujo de caja libre.
Por su parte, Fitch Ratings ha revisado la perspectiva de la calificación crediticia a largo plazo de Grifols, de negativa a estable y ha confirmado la calificación en ‘B+’.