74.000 millones más de deuda dependen del control de la epidemia
Las previsiones en endeudamiento del Gobierno español para 2020 se quedarán muy desfasadas si se produce un rebrote de contagios significativo
Mientras que las distintas provincias españolas van recuperando poco a poco la normalidad previa al estado de alarma, también crecen las advertencias sobre el impacto en las finanzas públicas españolas de un posible rebrote de la Covid-19.
Esta semana tanto el Banco de España, como la OCDE, han revisado sus estimaciones económicas, con escenarios más o menos negativos dependiendo de si a lo largo de los próximos meses se producen rebrotes. El primero pronostica que una repetición de la crisis sanitaria golpearía a la economía española con una contracción del PIB del 15,1% este año; mientras que el segundo rebaja su escenario más negativo a la pérdida del 14,4% del valor de nuestra economía.
Más allá de los grandes números económicos, estas estimaciones nos están advirtiendo de que una desescalada mal implementada, que dispare las infecciones y fuerce cierres económicos, es un gran riesgo para la estabilidad de las finanzas española porque golpearía severamente el endeudamiento.
La institución que gobierna Pablo Hernández de Cos es más benévola que la OCDE. En los dos escenarios de recesión más suave, y que contempla una recesión del 9 y del 11,6% este año, la deuda se colocaría en niveles del , el incremento de la deuda española estaría todavía bastante en línea con las previsiones enviadas a Bruselas por el Ejecutivo.
Así, el Banco de España estaría pronosticando un incremento del endeudamiento comprendido entre los 108.000 y 124.000 millones en 2020, dependiendo del supuesto. Considerando que el escenario base del Ejecutivo es que la economía caiga este ejercicio un 9,2% y el endeudamiento crezca hasta el 115,5% del PIB, lo que equivaldría añadir deudas por 116.000 millones frente a 2019, en el primer caso el BdE es más optimista que el equipo económico de Pedro Sánchez, y en el segundo, las estimaciones del Ejecutivo solo estarían desfasadas en unos 7.000 millones
Por su parte, la OCDE también confía en que si la pandemia no golpea con dureza por una segunda vez, el endeudamiento de España no tendría que crecer mucho más de lo previsto. En concreto, estima que si la economía se contrae este año un 11,1%, el endeudamiento de España alcanzará los 1,3 billones; es decir que se incrementaría unos 115.000 millones respecto a 2019. Su estimación sería por tanto muy similar a la del Ejecutivo.
Endeudamiento de hasta el 129,5% del PIB
Sin embargo, la situación cambia notablemente en el caso de un segundo brote fuerte de la Covid-19. Si el nuevo coronavirus vuelve a descontrolarse y requiere de medidas de control severas como las que hemos sufrido en los últimos meses, el Banco de España calcula que el endeudamiento se dispararía hasta el 126,7% del PIB, mientras que la OCDE lo lleva incluso más allá, al 129,5%. Estos escenarios arrasarían las previsiones enviadas a finales de abril por España a Bruselas, porque solo en 2020, tendríamos que solicitar préstamos adicionales a los previstos por entre 33.000 y 74.000 millones.
El Banco de España calcula que, en este tercer caso, la deuda española se incrementaría hasta rozar los 1,34 billones en 2020, una cifra que la CEOE eleva a 1,38 millones. El equipo económico del Ejecutivo espera que cerremos el año con algo más de 1,3 billones en deuda.
Un aviso para Sánchez y los presidentes autonómicos
Los economistas suelen ser neutrales más allá de las recomendaciones económicas que realizan, pero sus estimaciones son un serio aviso a los políticos españoles para que extremen el control sanitario y sean capaces de detectar cualquier brote de manera rápida y efectiva, si se quiere aminorar el golpe económico de la pandemia.
El coronavirus es muchos aspectos todavía un gran desconocido, a pesar de su incidencia por todo el globo. Aunque la curva de contagios se ha ido aplanando de forma muy importante en Europa, se desconoce cómo puede comportarse de cara al futuro y todavía no se cuenta ni con un tratamiento válido, ni tampoco con una vacuna.
Los estudios serológicos indican que a pesar de que España ha sido especialmente golpeada por la crisis, la inmunidad no superaría el 5%, por lo que el riesgo de contraer el virus, que ha probado ya su capacidad de contagio, parece todavía elevado sin las suficientes medidas de contención y detección.
El verano será una primera prueba de fuego con la reactivación de la movilidad, aunque los expertos hablan del otoño como la fecha clave para un primer testeo sobre si realmente se producirá un rebrote y cómo reaccionará el sistema sanitario al coincidir con la temporada de gripe. Por lo pronto, la distancia social y el uso de mascarillas han llegado para quedarse; y no son pocos lo que señalan que son medidas que han tardado demasiado.