Vodafone y Orange, una fuga de 780.000 clientes en dos años
El segundo y tercer operador pierden clientes en un mercado que no ha dejado de crecer en los últimos dos años
Hace años que las tres grandes empresas de telecomunicación en España mantienen las mismas posiciones en el parque de líneas móviles. Telefónica es la primera; Orange, a bastante distancia, la segunda, y Vodafone cierra el podio. Pero si bien la compañía azul ha podido mantener el liderato, sus dos principales rivales no solo no han sabido cómo comerle terreno, sino que además han perdido distancia.
Orange y Vodafone han visto cómo en los dos últimos años 780.000 clientes de líneas móviles se han pasado a compañías de la competencia. Es decir, han optado por Movistar, que tiene una clara apuesta por el cliente premium, y sobre todo por MásMóvil, que tiene una estrategia de posicionamiento distinta. También han terminado contratando a los famosos OMV —operadores que no tienen red propia y la alquilan— , fuertes en las tarifas low cost.
Los datos tampoco son positivos si se analiza la evolución global del parque móvil, en el que se suman las nuevas líneas que entran en el mercado. Mientras que este segmento creció en dos años un 3,7%, pasando de 50,9 millones de líneas a 52,8, Orange y Vodafone siguieron una tendencia totalmente opuesta. En este sentido, ambas retrocedieron conjuntamente cerca del 3% en cuota de mercado móvil, dejando de aprovechar el espacio que existía para crecer.
Durante este año, la gala y la británica siguieron la misma senda, según los datos que Competencia fue revelando, y los que fuentes del sector añaden que se registraron durante julio, agosto —éstas cifras se filtraron recientemente— y la primera mitad de septiembre.
Fuentes del sector explican que los datos de portabilidad de julio, agosto y septiembre revelarán la misma tendencia
Pero, ¿lo están notando? Los últimos resultados semestrales de Orange muestran que la partida de ingresos por móviles es la única de España que se contrae. Cae un apenas -0,3% pero contrasta claramente con el crecimiento de la facturación en las ofertas convergentes (+5,0%), el negocio mayorista (+2,4%) y las líneas fijas (+0,7%).
Vodafone, por su parte, explica en sus resultados que los ingresos del último trimestre cayeron en el mercado nacional cerca del 2,2%, aunque no concreta en qué partidas. Lo que sí se reconoce en la misma documentación, publicada el 30 de junio, es que en España «la competencia en el mercado se mantuvo alta», lo que se reflejó en un «aumento significativo en las tasas de cancelación (churn)».
Sin reacción, de momento
Lo cierto es que ninguna de las dos compañías opta por un giro brusco en su estrategia en esta u otras líneas de negocio. Vodafone parece la que menos claro tiene su posicionamiento. Ha abandonado parcialmente su apuesta por el cliente premium con su no a pujar por los derechos del fútbol, pero tampoco esta claro qué segmento ataca. Aunque ahorra 300 millones con esta renuncia, descarta aprovecharlos para, por ejemplo, subvencionar terminales. Fuentes del sector consultadas explican que las promociones de la compañía están en la línea con las que el sector emprende en verano y otoño.
Además, una nueva estrategia a base de tirar los precios, que podría verse si prioriza las ofertas de su segunda marca, Lowi, puede ser contraproducendete en el corto y medio plazo. “Es arriesgado renunciar a los clientes de más valor y buscar remontar a base de volumen, porque lo más inmediato es una caída en los ingresos”, explica el mismo testimonio.
¿Y Orange? Tiene una política cercana al más por más de Telefónica, con paquetes convergentes (fibra, móvil y tele), pero no termina de funcionar. Sus ofertas móviles las concentra también en segundas marcas (Amena y Jazztel) y su televisión tiene cerca de 600.000 abonados, la mitad que Vodafone y cinco veces menos que Telefónica. El tiempo dirá si a través de los derechos del fútbol consigue arrebatar 400.000 clientes del operador rojo, como creyeron los analistas. Ningún dato avala que lo esté consiguiendo en lo que va de curso.