Tesla ya tiene sustituto para Elon Musk: Robyn Denholm
El ya expresidente de la tecnológica no podrá ocupar el cargo durante tres años después de que las autoridades obligaran a su cese por sus polémicos tuits
Elon Musk ya tiene sustituto en la presidencia de Tesla. La compañía de vehículos eléctricos escogió a Robyn Denholm para el cargo después de que las autoridades estadounidenses obligaran al fundador de la empresa a dejar el puesto para esquivar una demanda por fraude. A pesar del paso atrás, el sudafricano seguirá dirigiendo la firma como consejero delegado.
Denholm era consejera independiente de Tesla desde 2014 y, a su vez, estaba en la cúpula del grupo australiano de telecomunicaciones Telstra. Durante los próximos seis meses compaginará el puesto con la dirección financiera y estratégica de la tecnológica oceánica.
“Creo en esta compañía. Creo en su misión y espero poder ayudar a Elon y al equipo de Tesla a lograr una rentabilidad sostenible e impulsar el valor de los accionistas a largo plazo”, señaló la flamante presidenta en un comunicado.
La SEC acaba con Musk
El controvertido líder del fabricante de coches eléctricos llegó a un acuerdo con la Comisión de Bolsa y Valores de EEUU (SEC, por sus siglas en inglés) para renunciar a la dirección de la empresa y evitar una demanda por fraude. Musk permanecerá como consejero delegado, pero con grandes limitaciones.
El acuerdo con SEC pone un freno a Musk por encima del consejo de administración y la dirección de Tesla. La empresa está obligada ahora a contratar a un abogado para supervisar las comunicaciones del fundador, especialmente sus tuits, el lugar de origen del lío. El regulador bursátil acusó al fabricante de «no tener los controles y los procedimientos de divulgación requeridos para los tuits de Musk».
Estas son algunas de las desastrosas consecuencias de un desafortunado mensaje que Musk publicó en Twitter el 7 de agosto, en el que sugirió sacar Tesla de bolsa. Poco importó que se retractara dos semanas después: la SEC presentó cargos en su contra y le acusó de fraude. La demanda ocasionó una pérdida de 4.800 millones de euros (más de 5.500 millones de dólares) en el valor de la compañía.