Sony pagó 80 millones de euros a Ficosa por quedarse la fábrica de Viladecavalls
La empresa catalana abonó en efectivo 6,6 millones de euros a repartir entre Alta Partners y Fornesa, Prada y Fernández Abogados y otro millón a directivos de Sony
Sony transfirió a Ficosa los activos que tenía en Viladecavalls (Barcelona) en enero de 2011. La multinacional japonesa producía hasta la fecha televisores en esa factoría, un negocio con unas perspectivas de negocio poco alentadoras. Tras el pacto con el grupo de automoción catalán, abandonó Catalunya sin verse implicada en un gran conflicto laboral con su millar de trabajadores. Pero firmar la operación no le salió gratis. El grupo nipón pagó 80 millones de euros a Ficosa tras acordar que ésta se quedara con su factoría, su maquinaria y sus trabajadores.
“[Este pago] se divide en dos trozos. Uno se va a un extra account, una cuenta bloqueada que se liberará poco a poco en base a la consecución de hitos de negocio del nuevo proyecto de Ficosa, y otros 28 millones que entran en la tesorería de las compañías que compramos”, reconoce el director financiero de la compañía catalana, Josep María Serra, ante los jueces instructores del caso ITV.
Coste de indemnizaciones
Los 80 millones de euros equivalían “al coste de indemnización de estas 950 personas”, declaró también ante la juez y el fiscal, en el marco de la misma investigación, el vicepresidente de Ficosa hasta julio de 2011, José María Tarragó. Aunque nunca se usaron con este fin, según el relato del accionista y ex directivo.
Tarragó acusa a los actuales gestores de la compañía (la familia Pujol, sus primos hermanos con los que compartía el liderazgo del grupo catalán hasta ser expulsado) de usar esa inyección de capital para sanear los balances del grupo vía ingresos extraordinarios. Afirma que no existía un plan de viabilidad con nuevas líneas de negocio reales que dieran trabajo a los 950 trabajadores de Sony y a los casi 900 empleados que la empresa catalana tenía en ese momento distribuidos en diferentes centros de trabajo.
“Ficosa sufre porque está muy endeudada”, afirmó el empresario el 5 de diciembre de 2012. Su apuesta de futuro pasaba por “ampliar capital, que entrara un tercero y nos ayudara a profesionalizar los órganos de gestión”. El único objetivo que consiguió por tener una postura crítica con aquella operación, como él mismo reconoce, fue ser apartado de la toma de decisiones de la compañía.
Retribución a los asesores
El pago de Sony a Ficosa no es la única transacción económica que se realizó en el marco de esta operación. El grupo catalán abonó 6,6 millones de euros en metálico a los dos asesores que intervinieron, el bufete Fornesa, Prada y Fernández Abogados y la consultora Alta Partners, cuyo socio director es Sergi Alsina, imputado en el caso y amigo íntimo del ex secretario general de Convergéncia Democràtica de Catalunya (CDC), Oriol Pujol Ferrusola. El propio director financiero de Ficosa reconoce que la retribución a los asesores “siempre” le pareció “cara”.
La titular del Juzgado de Instrucción número 9 de Barcelona, Silvia López Mejía, y el Ministerio Fiscal indagan sobre los beneficiarios finales de este trabajo de asesoría. En las escuchas practicadas existen indicios de que la mujer de Oriol Pujol, Anna Maria Vidal, se llevó presuntamente una parte del pastel a través de facturas giradas a Alta Partners y a Bersenat, ambas bajo control de Alsina.
También ha declarado en calidad de testigo el consejero delegado de Ficosa, Javier Pujol. El directivo admite que el grupo catalán tuvo que abonar otro “valor residual de un millón de euros” a Sony en el marco de la transferencia de activos.
Un millón a los directivos de Sony
¿Por qué tenía que cobrar la multinacional nipona para dejar Catalunya? En realidad, quién se llevó este dinero fueron ex directivos de la planta catalana. “La operación no es bonita en cuanto a la forma rara de facturación [pago en metálico a los asesores] y existe una cláusula [en el contrato] que pone que un millón de euros se destinará a pagar los servicios de directivos de Sony que ayuden a la operación”, desveló Tarragó ante la magistrada y el fiscal.
El ex vicepresidente declara que preguntó a la familia Pujol qué directivo de Sony fue retribuido por facilitar el traspaso de activos. “Me dijeron que esto era un tema del señor [Tomás] Fornesa”; Ficosa aportaba el millón de euros y el famoso letrado e hijo del ex presidente de La Caixa se encargaba de “la distribución”, según su relato.
Importes “desproporcionados”
Tarragó también muestra sus dudas sobre la forma en la que se realizó la operación cuando el fiscal le pregunta si los importes que paga la empresa catalana son “desproporcionados”:
J. Tarragó: Yo le aseguro que Ficosa es experta en negociar y comprar cosas muy bien de precio. Pagar seis millones es atípico y más en el director financiero de Ficosa. Su especialidad es negociar y regatear hasta el último euro.
Señoría: Consta también, si.
Fiscal: ¿Y en efectivo? ¿Había hecho algún pago en efectivo Ficosa?
J. Tarragó: Nunca. Una operación de estas características se paga en tres años.
Asimismo, los instructores quieren saber qué valoración da el ex vicepresidente al informe de asesoría que realizó Alta Parners en esta transacción:
Fiscal: ¿Es un trabajo que merece seis millones de euros?
J. Tarragó: [risas] Yo nunca pagaría… ni cien mil.
Batalla familiar
La oposición de los Tarragó a la operación de Sony desencadenó las diferencias entre ambas familias. Ahora, existen cinco causas abiertas en los juzgados instadas por los cinco hermanos Tarragó para recuperar el control ejecutivo de Ficosa. En su declaración como testigo, el ex vicepresidente recuerda el entramado de sociedades de los Pujol en paraísos fiscales para conseguir ser el accionista de control de la compañía de componentes de la automoción.
También admite ante el fiscal que han iniciado otro proceso legal contra la adquisición de los activos de Sony porque, a su juicio, existen “incumplimientos de contrato”.
Huelga en Ficosa
Los nuevos detalles sobre la operación de Sony, que casi duplicó la masa laboral de Ficosa, coincide con el anuncio de huelga de los sindicatos del grupo. La mayoría de la plantilla ha votado este martes protestar el próximo miércoles 25 de abril contra el nuevo expediente laboral que la cúpula quiere aplicar a 900 personas en el próximo año. También reclaman a la dirección un plan de viabilidad de la compañía.
En los últimos dos años, Ficosa ya ha reducido su masa laboral. El último expediente de regulación se aplicó el pasado diciembre en Viladecavalls y afectó a un total de 244 personas.