‘Divorcio’ en Ficosa
Con la salida de Josep Maria Tarragó Pujol de la vicepresidencia de la multinacional se cristaliza la ruptura empresarial con su tío y sus primos. Ya no están presentes en la gestión diaria del grupo, pero mantienen las acciones que les legó su padre
El nuevo rumbo empresarial de Ficosa ha tenido su reflejo en el equipo directivo de la compañía. Desde la adquisición de la antigua planta de Sony de Viladecavalls en 2010, la multinacional catalana ha reordenado el grupo con el cierre de varias fabricas dentro y fuera de España e intenta reorganizar su producción. Paralelamente a este proceso, se ha producido el divorcio entre las dos familias que crearon el grupo de componentes de la automoción en 1949: los Pujol y los Tarragó.
Fuentes de la empresa aseguran que las relaciones entre las dos sagas se empezaron a tensar a partir de marzo de 2009, tras la muerte de Josep Maria Tarragó. El empresario cofundó con su suegro, Josep Pujol Sucarrats, un pequeño taller de cables mecánicos en Barcelona que se ha convertido en una multinacional con factorías en 18 países y una facturación que alcanzó los 744 millones de euros en 2010, un año malo (en 2008 llegaron a los 897 millones). En ese momento, cuatro de sus cinco hijos trabajaban en el grupo y han seguido en plantilla hasta el pasado julio, cuando Josep Maria Tarragó Pujol abandonó el cargo de vicepresidente ejecutivo.
Los más cercanos al ingeniero de telecomunicaciones aseguran que no se trata de una renuncia voluntaria. “Nos vino a decir adiós y comentó que le habían despedido. Fue una verdadera sorpresa para todos”, explican a Economía Digital. Asimismo, los miembros del comité de empresa de Viladecavalls afirman que ellos no han conocido a los Tarragó. “Desde que la fabrica cambió de propiedad no hemos visto a nadie de esa familia” dice el vicepresidente de la organización sindical, Juanjo Rico. Todos ellos coinciden en señalar a un culpable del divorcio: Josep Maria Pujol i Artigas, tío del ex vicepresidente.
El patriarca y presidente de la multinacional es padre de siete hijos, cuatro de ellos trabajan en Ficosa. Desde la muerte de su socio hasta el año 2002 tomó prácticamente a título individual las decisiones estratégicas de la compañía y en el momento de realizar el relevo generacional apostó por el carácter familiar que marcaba la historia del grupo. Dejó la vicepresidencia en manos de su sobrino Josep Maria y guardó la silla de consejero delegado para uno de sus hijos: Xavier. Desde la presidencia ejercía un control a distancia, está presente en los consejos de administración pero ha asumido el papel de consultor. Además, aún no ha repartido las acciones propias entre sus vástagos.
Reparto de responsabilidades
Las mismas fuentes de la multinacional relatan como poco a poco Xavier Pujol ha asumido más responsabilidades y la presencia de su primo ha sido cada vez más discreta. Incluso ha faltado en la presentación de la gran apuesta de futuro de Ficosa: la puesta en marcha junto a Comsa Emte del centro tecnológico de Viladecavalls, Idneo. Los empleados más veteranos también le han echado de menos en las comunicaciones que les han mandado mientras se lleva a cabo el repliegue hacía la antigua factoría de Sony.
Por el momento, la participación de los Tarragó en los próximos comités es una incógnita. Desde ambas sagas permanecen con la boca cerrada y evitan ser los primeros en lanzar públicamente una piedra contra los otros. Se limitan a señalar que los trapos sucios se tienen que lavar en casa, aunque en la operativa diaria de Ficosa ya sólo queda una familia: los Pujol.