Ruptura entre los huelguistas: cada taxista ha perdido ya 1.400 euros
El tiempo corre en contra de los taxistas en Madrid, que cada día pierden aproximadamente más de 170 euros por dejar de trabajar
“Estamos desesperados”. La breve frase es de José (nombre ficticio), un taxista que lleva 20 años en el sector y acaba de conocer que la Comunidad de Madrid ha rechazado la propuesta del taxi: que los coches VTC, los que prestan servicios con Uber y Cabify, se contraten con una hora de antelación y que realicen un recorrido mínimo de cinco kilómetros. Lleva diez días de paro indefinido y, al igual que muchos de sus compañeros, empieza a verse en un callejón sin salida al jugarse cada día buena parte de sus ingresos, aproximadamente más de 170 euros por jornada.
El presidente de la Comunidad de Madrid, Ángel Garrido, fue tajante al respecto: “La propuesta es aún más radical que las anteriores”. Garrido, que compareció junto al vicepresidente, Pedro Rollán, y la consejera de Transportes, Rosalía Gonzalo, señaló que la propuesta era “inaceptable” y que no había «ningún punto de acuerdo”.
Fuentes del Gobierno regional, que ven en la propuesta del taxi “un intento claro de eliminar la competencia y hacer desaparecer el sector de los VTC en la Comunidad de Madrid”, consideran inviable incluso sentarse a negociar. “Pusimos una línea roja como condición y han presentado tres más”, explicaban a Economía Digital poco después de concluir la comparecencia de Garrido ante los medios.
Las posturas entre la Comunidad del Madrid y el taxi están igual de lejos que el primer día de huelga
El sector del taxi cerró la jornada del miércoles cortando la Gran Vía de Madrid, tras una primera manifestación en la Puerta del Sol. Escoltados por la policía y gritando proclamas como «sí se puede» y «ni un paso atrás», veían cómo sus propuestas están cada vez más cerca de terminar siendo papel mojado.
Son, sumando este jueves, 11 días de huelga indefinida y las fuerzas empiezan a flaquear en el taxi. Cada taxista, según múltiples voces consultadas, ha dejado de facturar una media 170 euros por cada jornada en la que ha dejado su vehículo estacionado en la calzada. El cálculo durante todas las jornadas de movilizaciones asciende a más de 1.400 euros, en función de si su licencia la explota él solo, si tiene personal asalariado a su cargo o qué días tiene de libranza a la semana.
Otra fuente, apoyándose en datos internos del Ayuntamiento de Madrid, asegura que la facturación es todavía mayor. «En cinco días, de lunes a viernes, descontando que libran uno, por lo que son cuatro días de trabajo real, un taxi con un conductor ha dejado de facturar 857 euros, que suponen unos 215 euros diarios. Esto significa que por los días que trabajan hacen un total de facturación de unos 5.500 euros mensuales», explica.
La incertidumbre empieza a hacer mella. «Ahora, a principios de mes, empiezan a llegar los pagos — gastos de coche o cuota de autónomo, entre otros — y hay compañeros que lo están pasando especialmente mal», cuenta otro taxista, que se acuerda de que algunos, incluso, están en huelga de hambre desde el pasado viernes.
«No sabemos que hacer, estamos desconcertados. Hablan de empezar manifestaciones en Fomento«, comenta en relación al malestar con el ministro socialista José Luis Ábalos, quien armó un real decreto con el objetivo de cerrar el conflicto que se inició en verano.
División en el taxi
Entre los huelguistas empiezan a haber voces discrepantes. Los hay quienes proponen nuevas acciones, como un alto cargo de Élite Taxi Barcelona, que en declaraciones a este medio durante la tarde del miércoles abogó por un cambio estrategia. Son muchos días de huelga y puede que se queden sin nada”, empezó.
“Si yo fuese uno de los dirigentes del comité de huelga, ponía de nuevo las urnas y que todos decidiesen qué nueva decisión se toma”, añadió uno de los miembros del taxi que sí pudo doblegar a la administración en Cataluña, referencia para muchos taxistas en Madrid.
Y, en medio de todo, también aparecen críticas internas. Entre la cantidad de mensajes que se cruzan diariamente entre los grupos de Whatsapp y los foros de taxistas, hubo uno en especial que corrió con más fuerza: “Somos peor que el ejército de Pancho Villa”, rezaba el mensaje.
En el mismo texto, en el que se criticaba internamente las decisiones tomadas y la mala imagen pública que se está transmitiendo, se señalaba además a dos de las caras más visibles de la rebelión en Madrid: Nacho Castillo, más conocido como Peseto Loco, y Saúl Crespo, ambos de Plataforma Caracol, el ala más dura del taxi en sus posicionamientos en la guerra contra Uber y Cabify. «Con ellos acabaremos en el Manzanares. Están llevando al sector a una situación sin precedentes en la historia”, añade el mensaje.
Sobre el contendio, el propio Peseto Loco, como muchos otros taxistas, quita hierro al asunto. “Es un mensaje que puede haber escrito cualquiera, hasta alguien del sector VTC”, explica, ya que es habitual el cruce de información malintencionada entre ambos sectores. «Nosotros (él y Saúl) no somos los líderes de la huelga, hay mucha más gente detrás».