Prensa Ibérica, cada vez más cerca de comprar Grupo Zeta
El grupo presidido por Javier Moll llega a un principio de acuerdo con Grupo Zeta, cuya situación económica apremia para la venta
La venta del grupo Zeta no puede demorarse más y en las oficinas de Prensa Ibérica ultiman los detalles para cerrar la operación. La delicada situación económica del grupo de medios presidido por Antonio Asensio Mosbah obliga a la compañía a descolgar el cartel de se vende cuanto antes. Ahora es el turno de Javier Moll, quien mejor posicionado ha estado en todo el momento y ya ha alcanzado un principio de acuerdo, según fuentes conocedoras de las negociaciones.
El problema está en las fechas. La mala situación económica de Grupo Zeta, cuyo estado de la tesorería es alarmente, empuja a la compañía a querer cerrar la operación antes de que finalice el año. Aunque el grupo catalán es optimista con el cumplimiento de estos plazos, desde Prensa Ibérica no tienen tanta prisa, por lo que las fechas podrían seguir dilatándose. Ya incumplieron las previsiones de octubre, cuando este mes estaba marcado en rojo en el calendario, y ahora podría volver a suceder, siempre y cuando no se aceleren los trámites durante el mes de diciembre.
Grupo Zeta no quiere que termine 2018 sin haber cerrado la operación
La llave sigue en manos de las entidades financieras. El pool bancario que lideran Caixabank y Banco Santander, que ya refinanciaron la deuda de Grupo Zeta hasta 2025 (97,8 millones), está dispuesto a hacer una quita. Puede ser de hasta un 80%, pero son condiciones exclusivas para Moll, cuya adquisición sería estratégica — ya lo intentó en 2014 — para ganar peso en el mapa mediático, y no para ningún otro interesado.
Es aquí donde entra Mediapro, el tercero en discordia. La productora dirigida por Jaume Roures y Tatxo Benet siempre ha figurado en las quinielas, pero se da por descartada al no contar con el beneplácito de las entidades financieras, a pesar de contar con una sólida posición financiera como aval. Se baraja que solo llegaría una oferta formal si las negociaciones entre Prensa Ibérica y Zeta se rompen, como ya sucedió en julio de este año.
Más lejos queda Vocento, que recientemente superó su junta de accionistas con la salida de su ya expresidente, Santiago Bergareche. El grupo que engloba la cabecera ABC preguntó en su día por Grupo Zeta, pero las elevadas pretensiones de Asensio Mosbah —quería mantenerse como vicepresidente en la nueva estructura— llevaron a la compañía a bajarse de la puja.
Zeta, un grupo adelgazado
Zeta, que engloba medios como El Periódico de Catalunya, Sport, diarios regionales (El Periódico de Aragón, El Periódico de Extremadura, Mediterráneo, Córdoba y La Crónica de Badajoz) y revistas como Cuore y Woman, ganó 5,9 millones de euros en 2016, de acuerdo al último ejercicio disponible en el Registro Mercantil.
Para refinanciar su deuda, acordó pagar 60 millones con los recursos generados y 40 millones con la venta de algunas divisiones del negocio. La que acaparó los focos fue la de Ediciones B, que pasó a manos de Penguin Random House, propiedad de la alemana Bertelsmann.
El comprador de Zeta heredará un grupo mucho más delgado respecto a hace solo unos años. La mala situación financiera llevó a la cúpula a acometer varios expedientes de regulación de empleo, como el que sufrió la plantilla de El Periódico de Catalunya, o el diario Sport. A estas medidas se unieron cierres de míticas cabeceras, como el de la revista Interviú o el de la revista Tiempo.