Giro en Vocento: Bergareche dimite como presidente

Cambios en la cúpula de Vocento. Santiago Bergareche, presidente del grupo, ha oficializado este martes su dimisión. Le sustituirá el próximo 1 de enero Ignacio Ybarra Aznar, según ha adelantado el grupo a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Bergareche mantenía una disputa con su consejero delegado, Luis Enríquez, debido a sus diferencias a la hora de gestionar el grupo de comunicación. 

Ignacio Ybarra (53 años) ha sido consejero de Vocento durante dos periodos. El consejo de administración le nombró vicepresidente el 27 de julio de 2017 a propuesta de Santiago Bergareche. Es hijo de Emilio Ybarra y se convertirá en el segundo miembro de su familia que toma las riendas de la editora. Antes lo hizo su tío Enrique desde 2012 a 2014.

Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad Comercial de Deusto, ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional en diferentes responsabilidades dentro de BBVA, banco ligado a la saga familiar.

Bergareche, por su parte, preside Vocento desde febrero de 2015, cuando sutituyó de su puesto a Rodrigo Echenique. Bergareche se ha encargado en su mandato en reducir la deuda, transformar digitalmente Vocento y devolver la compañía a beneficios. 

También ha ocupado cargos de responsabilidad en BBVA, siendo director general. Su hoja de servicios la completan Metrovacesa, Agroman y Cepsa y Ferrovial, donde continúa. 

Gana Luis Enríquez

La salida de Bergareche es un claro triunfo del consejero delegado de Vocento, Luis Enríquez. Bergareche, que ha intentado hasta en tres ocasiones buscar apoyos para forzar la dimisión de Enríquez y situar en el primer sillón a algún directivo de su confianza, da por perdida la batalla.

La balanza se ha declinado por la falta de apoyo dentro del consejo, en especial de los Ybarra y de las hermanas Luca de Tena. Por ese mismo motivo, la semana pasada se pidió la suspensión del consejo extraordinario, en el que se buscaba una suerte de reunión para buscar aliados hasta última hora de este martes.

Los apoyos a Luis ​Enríquez tienen una visión menos pesimista de la marcha de la compañía, sobre todo si se mide con sus competidores, que comparten los mismos males: una pésima racha bursátil  — en el caso específico de Prisa —  y una lucha por reflotar la vía de ingresos.