Orange apuesta por servicios más caros pese a la salida de clientes
La estrategia de la compañía fue exitosa durante los tres primeros meses del año, en los que ganó dinero pese a incluso perder clientes convergentes
Los resultados que desveló ayer, martes, Orange en España evidenciaron que su estrategia sigue funcionando. Renunciar a mantener clientes a toda costa y optar por ofrecer servicios más caros reportaron a la compañía naranja más ingresos en un entorno que cada año se ha vuelto más competitivo por el auge de las compañías low cost.
Los números lo dejaron claro. Orange, pese a que incluso se dejó cerca de 56.000 clientes convergentes, pudo aumentar su facturación hasta los 1.318 millones de euros durante el primer trimestre de 2019, un 0,4% más que en el mismo periodo del año anterior.
Una de las claves está en lo que cada cliente de Orange aporta a la compañía. Los propios datos revelan que los clientes convergentes de la compañía naranja pagan más (un 1,8%) que al cierre del marzo del pasado año, algo que también hacen los clientes móviles, que pagan un 0,7% más que hace un año.
Los clientes convergentes de Orange pagan más que el año pasado, pese a no haberse producido una subida de precios en sus tarifas
El resultado de Orange llega en un contexto en el que las grandes operadoras de telefonía de España siguen buscando cómo mejorar la rentabilidad de su negocio. El mercado europeo, y especialmente el de España, marcado por tener más players que en otros países y por la necesidad de reforzarse con inversiones para el despliegue del futuro 5G, es un difícil campo de juego en el que conseguirlo.
No es extraño que, pese a salvar las cuentas, tanto Orange como el resto de telecos (Telefónica y Vodafone viven situaciones similares en el parqué) arrastren una mala racha bursátil. La compañía francesa, que cotiza en la bolsa de París, se dejó ayer un 2,92% tras presentar resultados y viene de un 2018 en el que termino cuesta abajo.
Salida de clientes de bajo coste
Donde sí parece que a Orange no le importa perder clientes es en su división low cost. Pese a contar con hasta cuatro marcas secundarias (República Móvil, Amena, Simyo y Jazztel) con precios muy competitivos, la compañía vio cómo más de 350.000 clientes de sus operadores móviles virtuales se despidieron de la compañía.
Es un dato que está en sintonía con las portabilidades que publica mensualmente la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia (CNMC), que desde hace un tiempo señala mes a mes que Orange y Vodafone son las compañías a las que más clientes solicitaron su baja móvil para pasarse a una compañía de la competencia.
Fuentes del sector quitan importancia a este fenómeno, al asegurar que la estrategia del grupo francés está en captar «clientes de valor». Dicho sin eufemismos: Orange prefiere menos clientes que paguen más dinero por ofertas más caras a cambios de más prestaciones (servicios aunados de voz, datos, televisión y líneas combinadas), que tener menos clientes que lleguen seducidos por ofertas low cost.
La alianza con MásMóvil, de nuevo clave
Aunque Orange salvó los muebles con el resultado de su actividad principal, la partida de ingresos se hinchó gracias a un tercer operador: MásMóvil, con quien tiene un acuerdo de acceso a la red mayorista tanto en las zonas reguladas de España — 66 grandes ciudades del país, donde se concentra el 35% de la población y la mayor parte de los clientes más activos y más poder adquisitivo — como en las desreguladas.
Esto significa que a medida que MásMóvil crece, incorporando clientes a sus redes, como ha sucedido en los últimos años —el cuarto operador sigue lejos de los grandes pero ya tiene cinco millones de clientes—, Orange gana dinero, cobrándole por hacer uso de su red.
Este pago, que no es público, se anota en la partida de ingresos mayoristas de Orange, la que desde hace algún tiempo aporta buena parte de su facturación. Durante estos primeros meses del año, los ingresos mayoristas de la compañía francesa se dispararon en más de un 17%, aportando 210 millones de euros (el 15% de sus ingresos totales), 30 millones más que el año anterior.