O2 (Telefónica) despega: 80.000 clientes en cuatro meses
Telefónica revela los primeros datos de su nueva marca, que arrancó oficialmente en octubre
La nueva marca de Telefónica, O2, echó a andar oficialmente hace menos de cuatro meses y ya ha captado a cerca de 80.000 clientes. La cifra, expuesta por la operadora en la rueda de prensa posterior a la presentación de sus resultados al cierre de 2018, es la primera que la compañía ofrece de manera oficial.
O2, dirigida por Pedro Serrahima (ex Pepephone), pelea con un largo listado de operadoras de bajo coste, entre los que están las marcas del grupo MásMóvil, las segundas enseñas de las grandes compañías (como Amena o Simyo, de Orange) e incluso proyectos muy similares, como Vodafone Bit, que nació justo después de O2.
Pese a que compite en un segmento en el que la renovación de las ofertas y las promociones nunca cesan, O2 tiene una estrategia muy distintas al resto de competidores: ofertas inamovibles. La nueva marca, que ya se utiliza en otros países como el Reino Unido y Alemania, tiene solo una tarifa «solo móvil”, por 20 euros a cambio de 20 gigas y llamadas ilimitadas a destinos nacionales, y otra de «fibra óptica más móvil», con 100 megas simétricos, 20 gigas de móvil y llamadas ilimitadas.
La compañía se lanzó oficialmente en octubre, aunque durante los meses anteriores ya dio unos primeros pasos, con algún que otro tropiezo. En junio tuvo que enfrentarse una avalancha de quejas de nuevos clientes, muchos afectados por retrasos en la entrega de las tarjetas SIM que generaron problemas en las altas. La situación alcanzó tal punto que la compañía prefirió suspender temporalmente la entrada de nuevos.
Dardo de Telefóncia a Competencia
El rendimiento de la operadora, a juicio de Ángel Vilà, consejero delegado de la compañía en España, es “muy satisfactorio”, aunque lo podría ser todavía más si no fuera por las restricciones regulatorias. O2, como compañía perteneciente a Telefónica, tiene su oferta condicionada a la supervisión de la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia (CNMC) considera como reguladas o no reguladas.
Y es que esta discriminación provoca que el proyecto de Serrahima tenga que ofrecer dos precios, en función del territorio en el que se contrate la tarifa. Si se hace dentro de una de las 66 ciudades que fueron determinadas por la CNMC como competitivas o no reguladas, el precio de su oferta de fibra y móvil es de 45 euros; si excede este límite geográfico, no obstante, el precio es de 50 euros.
De hecho, recientemente anunció que rebajaría ocho euros el precio de su tarifa convergente, que en ese momento estaba a 58 euros al mes. Esta rebaja fue posible porque la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC)
Y es que Competencia determina que en la zona libre, comprendida por los 66 municipios donde se ha identificado que existen al menos 3 redes de banda ultra-ancha y en los que reside aproximadamente el 34% de la población española, la compañía tiene más flexibilidad para configurar su oferta. No obstante, en el resto del territorio las tarifas tienen que estar supervisadas.
Tras la última revisión de la CNMC, la compañía ha podido reducir en más de un 13% el precio que cobra por sus servicios convergentes en las zonas no competitivas, con lo que se acerca así a los 45 euros fijado por la operadora para la zona libre.