Los ricos españoles vuelven a Andorra para evadir impuestos
Montserrat Caballé se suma a deportistas de élite y celebridades que utilizaron su vivienda en el Principado para defraudar al fisco
La soprano Montserrat Caballé, de 81 años, ha sido la última de las celebridades españolas en irse a vivir a Andorra para no pagar impuestos en España. La fiscalía de delitos económicos de Barcelona percibe que la afamada cantante ha recurrido a una vieja y sancionada práctica entre los acaudalados españoles (la mayoría deportistas de élite): comprar una vivienda en Andorra para justificar la residencia en el paraíso fiscal. Caballé pagó impuestos como residente en el Principado a pesar de que vivía habitualmente en Barcelona, según la fiscalía.
El truco no es nuevo. La tenista Arantxa Sánchez Vicario fue una de las pioneras en simular una residencia en el exterior en 1.988. No fue idea suya, sino de sus asesores que buscaban una «optimización fiscal», es decir, evadir los compromisos de la deportista con el fisco español. La mejor tenista española de todos los tiempos se esforzó por mostrar su residencia e invitó a las televisiones a grabar su casa andorrana. Pero el invento le salió muy caro y fue condenada a pagar 3,5 millones de euros.
Fue el comienzo de sus desgracias. El padre de Arantxa había retirado dinero de una cuenta que servía como contraaval para pagar a Hacienda en caso de que fuese condenada. Por ese despiste, el banco de Luxemburgo la demandó y reclamó dos millones de euros en intereses. Pese a contar con un abundante patrimonio inmobiliario, Arantxa no disponía de liquidez y tuvo que sacar un libro donde acusaba a su familia de arruinarla para afrontar las deudas. Fue el precio por intentar burlar al fisco.
Los ejemplos
La firma IMG, que asesoró a Arantxa con la residencia andorrana, también ha sido la encargada de gestionar las fortunas de los tenistas, entre ellas la de Manuel Orantes, según fuentes cercanas a la empresa.
«La residencia en Andorra no fue una táctica exclusiva de Arantxa. Muchos otros tenistas hicieron lo mismo. Es la recomendación más fácil pero muy riesgosa porque hay que demostrar que vives, como mínimo, 183 días fuera de España para justificar el pago de impuestos en otro país», asegura un asesor fiscal de varios tenistas de renombre que prefiere mantener su nombre en el anonimato.
De Mónaco a Suiza
El campeón de motociclismo Jorge Lorenzo fijó su residencia en Andorra a mediados de 2006. No dudó en reconocer que lo hacía para no pagar tantos impuestos a Hacienda pero aseguró estar a gusto en el país «porque hay de todo». Desde el año pasado, reside oficialmente en Suiza. También han pasado por Andorra el piloto Carlos Sainz, el tenista Carlos Moyá y la modelo Judit Mascó.
Pero otros deportistas de élite eligen destinos diferentes. Sergi Bruguera, Alberto Berasategui y el fallecido Severiano Ballesteros optaron por residenciarse en Mónaco, mientras que Conchita Martínez y Fernando Alonso lo hicieron en Suiza.
Beneficios no declarados
Muchos adinerados tienen empresas con las que facturan sus premios, servicios y publicidades en España, pero también han encontrado un resquicio. Las compañías no suelen transformar el beneficio obtenido en dividendo y, por lo tanto, sus propietarios no declaran el dinero recibido en su declaración de la renta.
Los sindicatos de los trabajadores de Hacienda han pedido un cambio de legislación para evitar este desvío. En la misma línea se posicionó Izquierda Unida, en la época de Gaspar Llamazares, que pidió al Gobierno de Zapatero no permitir la representación de los deportistas defraudadores en campeonatos internacionales.
Reforma en puertas
Pero, lejos de estas recomendaciones, la última propuesta de los expertos fiscales es bajar la presión de tributación a las grandes fortunas. El presidente de la comisión de expertos para la reforma fiscal, Manuel Lagares, considera que la tributación máxima para las rentas más elevadas debe bajar al 50%. «Tener una tasa superior al 50% es confiscatoria «, explicó.
En pocas semanas el Gobierno dará a conocer los detalles de la reforma fiscal que, según el Ejecutivo, pondrá coto a los grandes fraudes.