Los repartidores de Glovo buscan un colapso nacional
Consiguieron colapsar el servicio en Madrid, aunque por poco tiempo. Ahora ya piensan en extender esta protesta por toda España
La huelga colaborativa de los repartidores de Glovo en Madrid tuvo un sabor agridulce. Lograron colapsar el servicio de mensajería, pero por poco tiempo. No obstante, el descontento generalizado provocó que los ánimos no decayeran y no abandonaran su objetivo de conseguir unas mejoras en sus condiciones laborales. La hoja de ruta para los próximos días se está definiendo: en la capital, esta semana se sentarán a negociar con la empresa; en Barcelona, el viernes, rechazarán los pedidos durante las horas de alta demanda.
Los planes del domingo estaban claros. Muchos riders no trabajaron entre las 21.00h y las 22.00h de la noche, las horas de alta demanda, conocidas en su argot como horas diamante. El objetivo era colapsar la aplicación, teniendo en cuenta que sin ellos el servicio de mensajería no podría gestionar un volumen tan alto de peticiones. La idea se llevó a cabo por primera vez en Zaragoza, donde fue todo un éxito: paralizaron el servicio durante una noche entera y días después arrancaron varios compromisos a la startup catalana fundada por Oscar Pierre.
Pero en Madrid la medida triunfó parcialmente, ya que la aplicación se colapsó aproximadamente durante 30 minutos, si bien el resto del tiempo solo se consiguió que los repartos tardaran más tiempo del habitual.
Imágenes de la app de Glovo durante el fin de semana.
“Son muchos los riders que trabajan aquí, por lo que tener el mismo resultado que en Zaragoza era difícil”, explica uno de ellos. Y añade otro dato a tener en cuenta: «Desde la empresa se ofrecieron a doblar el bono nocturno, es decir, pagar el doble durante las horas de protesta, algo que seguramente influyó en la decisión final de muchos».
Fotos de la plataforma para riders de Glovo. A la izquierda, una captura de un trabajador que decidió no trabajar el domingo (candado abierto); a la derecha, la decisión de la empresa de pagar el doble las horas (Bonus x 2) de alta demanda.
Esa misma noche, aproximadamente cien riders se reunieron en Glorieta de Bilbao, en la plaza donde días antes se consensuó la medida. Allí, según explican distintas fuentes, asistieron representantes de la oficina de Glovo. «Vinieron dos personas, pero no negociamos nada, solo querían escuchar nuestras quejas», cuenta otro de los presentes, que acompaña un vídeo para probarlo.
A pesar de la prueba audiovisual, fuentes oficiales de Glovo desmienten este extremo y sobre lo sucedido se limitan a explicar que las personas que se reunieron “no representan a la mayoría de repartidores que colaboran con la plataforma”.
Negociación y parón en Barcelona
Los próximos días serán muy importantes. Los repartidores son conscientes de que es difícil organizarse a escala nacional, pero lo cierto es que, además de Madrid y Zaragoza, ya están en contacto con otros puntos de España, como Granada, Tenerife y Barcelona.
Los riders en Madrid preparan un documento que, según explican, negociarán este mismo martes con la empresa. Todos los puntos buscan una mejora generalizada en las condiciones de trabajo, pero en ningún caso quieren dejar de trabajar por cuenta propia, otro de los debates sobre el modelo de negocio de Glovo, recientemente avalado por un tribunal en Italia.
El primer borrador que este medio pudo consultar está elaborado en base a cuatro ejes: el sistema de fidelidad, donde incluyen aspectos como la valoración del cliente, la antigüedad o la eficiencia; los tiempos de recogida y entrega, tanto en el restaurante como con el cliente; problemas sobre los que consideran que Glovo les deja desamparados, como los pedidos desaparecidos, y los bonos nocturnos. Todos los aspectos están sujetos a debate y se estudiarán a lo largo de esta semana.
Muchos consideran que se están incumpliendo algunas de las promesas del pasado y no dudan en señalar como culpable a uno de los miembros de la empresa catalana. Se trata de uno de los responsable de operaciones en el área de Madrid y Barcelona, ciudad en la que reside. De acuerdo a diferentes testimonios, este responsable, puente directo con la dirección, fue recientemente enviado a coordinar Zaragoza, donde se originaron las movilizaciones y donde tampoco descartan repetirlas.
Parte de esas reivindicaciones se comparten en la capital catalana. Allí se marcó para este viernes 21 de septiembre una medida de presión similar a las realizadas. La convocatoria está fijada desde hace días, siempre y cuando no llegue antes del miércoles una oferta de la compañía.
El parón se visibilizará en la plaza Sant Jaume, a las 20.00h de la tarde, donde asistirán también gente del colectivo de Riders x Derechos, quienes sí llevan tiempo reclamando el cambio de status de los riders, porque los consideran «falsos autónomos».