Los Hevia y los Bonet ya esperan la oferta final de los Ferrer por Freixenet
Henkell presenta su oferta en el consejo con el 58% de las acciones de la compañía en venta, pero los Ferrer tienen derecho de tanteo y preparan una contraoferta
Freixenet ha dado el primer paso para cambiar de manos. El consejo de administración de la compañía ha debatido la oferta de Henkell, que ha llegado bajo el brazo de Enrique Hevia, vicepresidente de las bodegas y máximo representante de una de las ramas familiares, los Hevia Ferrer. En los últimos contactos, Hevia consiguió convencer a José Luis Bonet, presidente de la compañía, para que vendiera, con lo que Henkell podría superar el 50% del capital de las bodegas catalanas. Pero los Ferrer tienen derecho de tanteo y ultiman una contraoferta que les deje como accionistas únicos de Freixenet.
El consejo de este lunes ha sido algo más corto de lo que se esperaba, ha durado unas dos horas y media, y más tranquilo que los anteriores. Buena parte de lo que iba a pasar se cocinó la semana pasada, en las dos comisiones ejecutivas que celebraron los directivos de la compañía, es decir, buena parte de sus accionistas. Algo que consiguió Hevia en estos contactos fue que todos los Bonet dieran el paso de vender.
Como los Hevia Ferrer, los Bonet Ferrer tienen un 29% de Freixenet, y comparten las críticas del vicepresidente a la gestión de los Ferrer Noguer. Aun así, dos de sus miembros, José Luis y Pilar Bonet, se mostraban reticentes. En realidad era el presidente de las cavas el que, con el corazón dividido, dudaba, mientras su hermana Pilar se puso en sus manos. Finalmente, ha optado por desprenderse de su participación, con lo que el paquete a la venta es del 58%.
Ultimando su oferta
La oferta de Henkell se ha presentado al consejo de este lunes pero no está todo el pescado vendido. Los accionistas tienen derecho de tanteo, y la principal familia de Freixenet, los Ferrer Noguer, que tienen el 42% de la compañía, pueden igualar la oferta y hacerse con el 100% de las cavas. Y tienen intención de hacerlo.
Esta rama familiar ha pedido un crédito de entre 120 y 130 millones de euros para hacerse con las acciones del resto de sagas y está ultimando los avales para conseguirlo, como ha avanzado Economía Digital. Los Ferrer calculan que con este crédito sindicado y fondos propios pueden presentar una oferta de 155 millones por el 58% de la compañía que no controlan, que mejore la opción de Henkell.
La oferta de la empresa alemana valoraría Freixenet en unos 500 millones de euros, con lo que sería de entre 200 y 250 millones, ya que se descontaría la deuda de las bodegas, que se sitúa entre 280 y 300 millones.
En el consejo de este lunes, los Ferrer han mostrado su disposición a igualar esta oferta y luchar por la compañía, por lo que la pelota está ahora en su tejado. Tienen derecho de tanteo y el resto de accionistas esperan su contrataque para saber a quién tienen que vender. Cuando tengan el dinero, está previsto que el consejo se vuelva a reunir y que se convoque también la junta de accionistas.
Condiciones
Para conseguir el crédito, los Ferrer han tenido que aceptar todas las condiciones de la banca, tanto financieras como de gestión. Y es que las entidades son las mismas que tienen la deuda de Freixenet y no quieren pillarse los dedos con un pasivo que, después del crédito, superaría los 400 millones de euros.
La banca ha pedido a los Ferrer que profesionalicen la gestión, dando entrada a ejecutivos externos y con una estrategia clara de exportaciones, y que recorten gastos para hacer la compañía más competitiva. Las cavas de Sant Sadurní d’Anoia tienen una capacidad de producción muy por encima de lo que actualmente se está embotellando, por lo que se podría redimensionar.
Por otro lado, las entidades financieras han reclamado avales por el 70% de los 120 millones de crédito, por lo que han exigido a los Ferrer que pignoren bienes muebles hasta llegar a dicho porcentaje: acciones, fondos de pensiones, etc.