Los costes financieros elevan la deuda de Spanair 10 millones más de lo reconocido por SAS
La deuda neta de la aerolínea público-privada catalana con SAS es de 159 millones, 10 millones más de lo que SAS reconoce. Artur Mas inyectará otros 56 millones para que Spanair aguante hasta que encuentre un comprador
La bola de deuda de Spanair no para de crecer, al revés que sus ingresos que cayeron en 2010 prácticamente un 10%. Según reconoce la propia aerolínea catalana en sus resultados anuales, presentados el lunes con casi dos meses de retraso, la deuda que tiene contraída con SAS en forma de préstamo participativo es 10 millones superior a lo que sus antiguos propietarios indicaron en la presentación de las cuentas anuales correspondientes al mismo ejercicio.
La desviación se explica en los intereses del crédito que no han sido liquidados por Spanair y que han sido capitalizados al préstamo. Tras la operación, la deuda neta con SAS (aún posee el 10% de Spanair) asciende a los 159 millones frente a los alrededor de 149 que comunicó. De este modo, los compromisos totales de Spanair ascendían a 31 de diciembre hasta los 210 millones de euros ya que hay que sumar otro préstamo de 50 millones sindicado por varios bancos entre los que se halla el Institut Català de Finances (con 9,5 millones).
A golpe de préstamo
A pesar de lo abultado de la cifra, el espiral de endeudamiento sigue en 2011 con un primer préstamo urgente de 10 millones ya abonado por la Generalitat y con un segundo de 56 millones más al que IEASA, la instrumental participada por las administraciones catalanas accionistas de Spanair (entre ellas, Generalitat y Ayuntamiento de Barcelona), se ha comprometido “con objeto de cubrir las necesidades financieras de la sociedad en el ejercicio 2011”, según reza la documentación oficial.
Este año, la aerolínea público-privada prevé perder aproximadamente 60 millones, objetivo de difícil alcance debido al precio del combustible, según varias fuentes del sector consultadas por Economía Digital, aunque la esperanza de la Generalitat es lograr que un comprador adquiera en los próximos meses la empresa y resuelva su futuro.
Cómo avanzó este medio en julio, la aerolínea presidida por Ferran Soriano, perdió 116 millones en 2010 frente a los 185 millones de 2009. Para recortar pérdidas, Spanair no sólo recibió ayudas directas de la Administración catalana, sino también indirectas. Durante el año pasado se activó un crédito fiscal de 21 millones de euros que le permitió maniobrar con el pago de impuestos y de cuotas de la Seguridad Social.
Caen los ingresos
En el capítulo de ingresos el panorama tampoco es halagüeño. Entre enero y diciembre de 2010, Spanair facturó 607,8 millones de euros, es decir el 9,7% menos, aunque algunos de sus rátios de ocupación mejoran debido a la reducción de su flota de 45 a 35 aparatos. El proceso de devolución de aviones sigue en marcha y en verano Spanair empezó a deshacerse de sus modelos más antiguos. Esta contracción de flota podría causar un encarecimiento de sus costes unitarios por lo que perdería competitividad, según fuentes especializadas.