Spanair redujo el 37,5% las pérdidas en 2010
La aerolínea catalana cierra el ejercicio con unos números rojos de 116 millones y una facturación de 608 millones
El rojo sigue tiñendo el balance de la aerolínea catalana Spanair, aunque ha dejado de ser rojo pasión. La realidad de su cuenta de resultados es inequívoca, la compañía mantiene un elevado nivel de pérdidas después de impuestos: 116 millones el último ejercicio. La facturación del 2010 también ha descendido en un 9%, inferior a la del 2009, cuando se situó en 608 millones de euros.
Al comparar la evolución de esas magnitudes en la compañía que preside Ferran Soriano se percibe una cierta evolución positiva. Las pérdidas en 2009 fueron de 186,4 millones, por lo que han disminuido el 37,5%. El coste del ajuste de plantilla llevado a cabo en el último ejercicio fue de alrededor de 20 millones, actuación que elevó los números rojos.
En cualquier caso, las pérdidas operativas de Spanair en el último ejercicio rondaron los 124 millones de euros. De ellos, 12 millones corresponden a los gastos financieros. Si se analiza la partida financiera, entre 9 y 10 millones se destinaron a atender el endeudamiento bancario y el resto vino motivado por diferencias de cambio de divisas. Las pérdidas de explotación incluyen el coste del expediente de regulación de empleo y otros costes extraordinarios imputables al ejercicio.
Un año con dos partes
La principal parte de esas pérdidas se produjeron en la primera mitad del año pasado. De agosto en adelante tuvo lugar, según fuentes financieras de la compañía, una mejora continuada. Los aviones de Spanair registraron una ocupación superior al año anterior de entre 3 y 4 puntos porcentuales. En cambio, la guerra de tarifas impulsada por Ryanair hizo que los ingresos no florecieran al mismo nivel. En 2010, la compañía presidida por Soriano disminuyó su flota de aviones de 45 a 35 unidades, lo que supone en términos relativos un cierto incremento de la facturación por aparato.
La deuda de la compañía ronda los 200 millones de euros, de los que 150 son un crédito participativo de SAS (uno de sus accionistas) y otros 50 millones de euros de un crédito sindicado concedido por un pool de bancos entre los que se halla el Institut Català de Finances (con 9,5 millones de euros)
Reducciones de capital
Ese último instrumento financiero ha sido utilizado en su totalidad, con lo que la compañía se ha visto obligada a realizar dos reducciones de capital para amortiguar las pérdidas. Esa operación, que ha ido precedida de otras ampliaciones de capital en las que participó Ieasa (Avança y Fira de Barcelona participaron, pero no Turisme de Barcelona y Volcat, que vieron diluirse su participación) han permitido enjugar una parte importante de los números rojos. El último día de junio la empresa llevó a cabo una junta de accionistas que aprobó la última reducción del capital social.
Spanair ha presupuestado cerrar este ejercicio con unas pérdidas de unos 50 millones de euros, que podrían oscilar al alza o a la baja en función de la cotización del crudo y de cuánto mejoren los ingresos.