Los bonistas ganan el órdago en Abengoa
El primer hito del plan de rescate desvela que los bancos acreedores ceden garantías sobre Atlantica, la filial estadounidense, valorada en 225 millones de euros
El tira y afloja que los bancos acreedores y los bonistas de Abengoa habían mantenido sobre las golosas garantías de Atlantica, la filial estadounidense, se ha cerrado con la cesión de una prenda de 14,32 millones de acciones que, en virtud del préstamo 137 millones de euros otorgado por varios fondos, pasan de las entidades financieras a los bonistas.
De esta manera, los bancos acreedores de la deuda corporativa reducen esas garantías sobre Atlantica del 25,2% que tenían –en virtud de los dos préstamos concedidos en septiembre y diciembre por un nominal conjunto de 271 millones de euros– al 10,87%.
Prenda de segundo grado para los bancos
Para las entidades financieras, aglutinados en torno al G-6 (los españoles Santander, Caixabank, Popular y Bankia, y los extranjeros HSBC y Crédit Agricole), la disminución de las garantías supone reducir su importe en 225 millones de euros, con lo que el importe de la prenda queda en 171 millones, por debajo de lo aportado.
En contrapartida, por la renuncia del 8,19% de las garantías del préstamo de septiembre y a parte del 17,3% de las de diciembre, los bancos acreedores recibirán una prenda de segundo rango.
Un 64% más del nominal prestado
Para los bonistas, en cambio, la operación puede salir redonda si, llegado el vencimiento –el próximo 23 de septiembre–, Abengoa no hubiera amortizado el préstamo. Se aseguran quedarse con 14,32 millones de acciones de Atlantica, que capitalizan por un 64% más de los 137 millones de aportados.
Y no queda aquí la cosa. Al final, los bancos también han cedido con los intereses. Cuando hace dos meses los bonistas anunciaron su intención de cobrar un interés anual del 15% más otro 10% al vencimiento del préstamo, las entidades financieras pusieron el grito en el cielo asegurando que era una barbaridad cobrar tres veces más del interés que ellos habían aplicado en los préstamos de septiembre y diciembre.
Los bonistas también impusieron los intereses
El hecho relevante remitido por Abengoa el pasado martes a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), dando cuenta de la concesión del préstamo, certificaba quién había ganado este pulso sobre los intereses.
Claramente, los bonistas, con ese 14,5% más el 5% adicional por demora, a los que podrían añadirse comisiones de vencimiento anticipado, de reestructuración y de renovación (rollover), caso de que concurriesen determinadas circunstancias.
Atlantica vale 1.570 millones, Abengoa solo 215
Con el 14,3% del capital pignorado de Atlantica en favor de los bonistas, los inversores institucionales ya se garantizarían el control absoluto de la filial estadounidense –, desconsolidada ya del perímetro de Abengoa desde el pasado 31 de diciembre de 2015 –al atesorar el 80% de su capital.
El interés por Atlantica tiene su lógica. Actualmente capitaliza en el Nasdaq neoyorquino por 1.570 millones de euros (1.760 millones de dólares), por los apenas 215 que vale Abengoa. Además del ya solo 34,37% que la multinacional sevillana posee de la yield –prácticamente todo pignorado– 133 inversores institucionales se reparten el 65,63% restante.
Inversores de Atlantica
A la cabeza de estos inversores figura Jennison Management, que acumula el 9,24%, Appaloosa el 6,3%, Waddell & Reed supera el 5,5%, The Children’s Investment (TCI) llega al 44,42% y Massachussets Financial Services (MFS), con el 4,26%. La mayoría acudieron a la salida a bolsa de la entonces Abengoa Yiled, en junio de 2014, y no han variado significativamente su posición.
Atlantica Yield perdió 209 millones en 2015, debido al gasto financiero –de 526 millones frente los apenas de un año antes–, pero las perspectivas para el presente ejercicio, ya fuera del perímetro de la ingeniería sevillana, son buenas.
Pretende elevar el ebitda de los 637 millones en que cerró el pasado año a un margen de entre 750 y 800 millones, y que la generación de caja se eleve hasta los 200 millones.