Los accionistas de Abengoa se echan en manos de los bancos para salvarse

Luz verde a la ampliación de capital de Abengoa. La junta de accionistas de la empresa de energías renovables e ingeniería ha aprobado este sábado una operación prevista desde hace meses y que reduce drásticamente el poder de los Benjumea. Igualmente, el máximo órgano de gobierno de la compañía ha aceptado el relevo en la presidencia, que pasa de Felipe Benjumea a José Domínguez.

El peso de la ampliación, cifrada en 650 millones de euros, lo llevarán tres de los principales bancos europeos, Santander, Credit Agricole y HSBC, que aportarán más de dos terceras partes del dinero necesario, 456 millones. Inversión Corporativa, el brazo inversor de la familia Benjumea pondrá 120 millones y los 65 restantes provendrán del grupo de fondos Waddell&Reed.

Oxígeno para las cuentas de la compañía

Las maltrechas cuentas de Abengoa verán reducida la presión a la que estaban sometidas hasta ahora. Los accionistas han aprobado un plan de desinversiones que, según la compañía, le permitirá obtener unos 1.200 millones de euros hasta 2018. Además, las deudas que el grupo tiene serán adelantadas y la capacidad inversora del grupo queda limitada a 50 millones de euros anuales. También se suspende el pago de dividendos hasta que mejore la calificación crediticia de la firma.

Los Benjumea pierden peso

El declive del apellido Benjumea en el grupo lo refleja la reducción en los derechos de voto de los miembros del clan en el Consejo, que pasan del 57,5% que tenían hasta ahora al 40%. Del mismo modo, la reducción en el número de consejeros –pasa a haber 13 sillones–, también afecta a la familia que hasta ahora dominaba con mano de hierro la empresa sevillana, quedándose con 5 representantes, por los 6 que suman los nombres independientes del Consejo.

Entre otros acuerdos, la junta también ha ratificado el nombramiento del nuevo consejero delegado, Santiago Seage y la reducción del valor de las acciones que actualmente están en circulación.