Las 44 filiales de Abengoa podrían bloquear el rescate
La compañía con sede en Sevilla confía en activar la venta de activos, sobre todo del área de bionergía. Por el momento, cuenta con tres ofertas para sus plantas europeas
Se ha logrado dar un paso muy importante, con la adhesión global al plan de rescate de tenedores del 75% del pasivo, pero ni siquiera este punto está finiquitado de manera definitiva.
Además de la globalidad de la adhesión por parte de la matriz –que sí se ha logrado–, se requiere también, para cumplir con lo establecido en el preconcurso de acreedores, que alcancen ese porcentaje cada una de las 44 filiales que, en noviembre de 2015, se acogieron al artículo 5 bis de la Ley Concursal.
Faltan media docena de filiales
Lo han logrado casi todas, pero «faltan cinco o seis que todavía no lo han conseguido, aunque se espera que en unos días lo hagan, incluso una cuyos acreedores se están mostrando algo más reticentes», según comentan fuentes de las entidades acreedoras aglutinadas en torno al G-6 que lidera el Banco Santander.
Se trata de un formalismo más para cumplir con la ley que se espera quede cubierto antes del 11 de abril, fecha en la que se cumple el plazo de 15 días que se dio el magistrado Pedro Márquez Rubio, titular del juzgado de lo Mercantil 2 de Sevilla, para conceder la prórroga de siete meses (standstill) solicitada por la empresa.
Redacción final del acuerdo
Mientras el juez se pronuncia, acreedores, bonistas y la empresa siguen inmersos en una tarea no menos peliaguda, como es la de dar una redacción definitiva al preacuerdo de reestructuración financiera.
Un aspecto que, desde el entorno de la empresa, ven posible cerrar este mismo mes de abril, y que los acreedores, por el contrario, creen que se puede prolongar durante meses. «Hasta el verano como mínimo e incluso podría llegar hasta fin de año», apuntan fuentes próximas a la negociación.
Hasta mediados de noviembre
No en vano, además de lograr una mayor adhesión de acreedores, la prórroga de siete meses solicitada al juez también se relaciona con este extremo.
Si el magistrado la concede, dicho plazo se prolongaría hasta mediados de noviembre, durante el que los acreedores financieros, se hubieran o no adherido al plan, están obligados a dejar en suspenso el ejercicio de determinados derechos de resolución y vencimiento anticipado de las cantidades financiadas.
Aceleración de las ventas
En cuanto a la actividad normal de la compañía, las desinversiones –que habían quedado un tanto paralizadas hasta ver qué pasaba con las adhesiones al plan de rescate – «se van a acelerar ahora antes de que, eventualmente, el precio de las acciones suba y las compras resulten más caras», señalan las mismas fuentes.
El plan recoge la obtención de algo más de 1.000 millones por venta de activos, y casi la mitad deberían hacerse efectivos en lo que queda de año. Con sus pros –las grandes inversiones de más de 4.000 millones – y sus contras (una deuda de 3.000 millones y su paupérrimo ebitda de tan solo 2% de lo ingresado, el negocio de la bioenergía se contempla como una pieza clave para conseguir los objetivos de este plan desinversor.
Ofertas por las plantas europeas
Un segmento que aglutina seis plantas de bioetanol –cuatro en España, una en Francia y otra en Holanda– y otra de biodiésel, en Cádiz, además de siete plantas de bioenergía en Estados Unidos y tres más en Brasil. Por las europeas, Abengoa maneja tres ofertas previas, todavía no vinculantes, realizadas por parte de la francesa Cristal Union, la belga Alco o la húngara Ethanol Europe Renewables.
Desinversiones cerradas
En clave laboral, las aguas también bajan algo más tranquilas. Los 137 millones de euros aportados por los bonistas han servido para cobrar la nómina de marzo, y existe el compromiso de estos inversores de ir facilitando la liquidez necesaria, con la aportación de hasta 1.800 millones durante 2016 y 2017, más o menos unos 100 millones cada mes.