Lacoste pasa la tijera: despide al 70% de su plantilla en España

El cocodrilo de Lacoste se come un centenar de empleos en España. El grupo de moda francés presentó este lunes un expediente de regulación de empleo (ERE) para 100 de las 135 personas que forman su plantilla en el país; el 74% del total. Será el segundo recorte laboral masivo que la compañía realiza en un lustro.

Según informó Efe, el ajuste obedece a la decisión de la multinacional a distribuir las prendas de ropa en el mercado español directamente desde Francia. Así, 58 de las bajas serán en el almacén de Barberà del Vallès (Barcelona), otras siete serán en el establecimiento de la calle Balcells de Barcelona y hasta 35 en las oficinas centrales de Badalona.

Las negociaciones comenzarán la próxima semana, por lo que todavía no se conocen las condiciones económicas del ajuste. Sin embargo, los sindicatos esperan que se realicen prejubilaciones ante la elevada edad media de la plantilla.

El ERE llega como consecuencia de la adquisición de Lacoste del negocio en España, hasta el momento en manos de la familia Basi, que gestionaba la distribución de la marca desde 1962. De hecho hasta 2013 también fabricaba la ropa, pero la firma del cocodrilo decidió unificar sus colecciones en todo el planeta.

Poco se ajusta la acción a las palabras del presidente de Lacoste Holding, Thierry Guibert, tras el acuerdo con la saga catalana. «Nos complace adquirir esta filial en España para prolongar y acelerar nuestras inversiones ya iniciadas por Basi Group«, dijo en su momento.

Segundo ERE de Lacoste en cinco años

El recorte será el segundo que sufrirá la plantilla de Lacoste España en cinco años. Cuando finalizó el acuerdo para la fabricación de la ropa con el emblema del cocodrilo, Basi tuvo que presentar un ERE para 118 personas para recortar el 40% de la plantilla de los centros de producción en Badalona y de logística en Barberà del Vallés. Tras meses de negociación, el ajuste terminó por afectar a 80 personas.

El negocio de Lacoste en el país triplicó pérdidas en 2017, todavía bajo el control de la familia Basi. Como desveló Economía Digital, los números rojos alcanzaron los 6,1 millones de euros el año pasado frente a los 2,6 millones del ejercicio 2016.