Los Basi triplicaron las pérdidas de Lacoste antes de venderla
La filial española de Lacoste acumula pérdidas de 22,5 millones en el último lustro, justo antes de que la matriz francesa la recuperase en enero
Lacoste recuperó el pasado mes de enero su negocio en España. Tras 70 años gestionado por familia Basi en el país, el popular cocodrilo volvió a la matriz gala, que se topó con una sorpresa al recuperar la compañía: los números rojos se multiplicaron por tres en 2017, el último curso de la saga catalana al frente de una empresa que acumula 25,6 millones de pérdidas en el último lustro.
Las cuentas de la firma a las que ha tenido acceso Economía Digital revelan unas pérdidas 6,1 millones de euros el año pasado frente a los 2,6 millones del ejercicio 2016. La marcha del negocio vuelve así a los niveles en los que se movió durante 2013 y 2014, con el impacto de la crisis económica todavía reciente, y borra el amago de recuperación de 2015.
El agujero original era de 22,5 millones de euros, pero en los estudios previos a la adquisición por parte de Lacoste se detectó un agujero de 3,1 debido a errores contables, que se tuvieron que regularizar a marchas forzadas. Según reza la memoria de la compañía, se trata de distintas prendas de ropa que se sobrevaloraron por culpa de «un error informático en el programa de gestión de stocks».
Los Basi culpan a la crisis “económico-financiera”, que produjo “una bajada significativa del consumo”, de los números negativos. No obstante, obvian que las ventas de la empresa no dejan de crecer. Entre 2012 y 2017 subieron el 25% para saltar desde los 54 millones hasta los 67,6 millones de euros.
En una entrevista a Modaes, la presidenta de la compañía, Nuria Basi, asumía las dificultades de ir por libre en un negocio en mano de grandes grupos. «Hoy todo va muy rápido y es necesario tener velocidad para ser competitivo, nosotros podíamos ir haciendo, pero ahora se podrá hacer lo mismo de manera más ágil», señaló.
Con la venta, Lacoste recuperó de forma definitiva su actividad en España. Un camino que ya comenzó a emprender cuando en 2013 recobró la elaboración de las prendas de ropa en el país con tal de unificar las colecciones a nivel mundial. El movimiento obligó a Basi a despedir a 83 trabajadores. Ahora, la distribución también vuelve a sus manos.
La firma del cocodrilo ya remodeló el organigrama y el mismo mes de enero fichó a Manel Echevarría, exdirectivo de Swarovski, como consejero delegado. Un mes después renovó el consejo de administración, incorporando varios directivos de la matriz francesa, en detrimento de Nuria, Isabel y María José Basi.