La deuda de Grifols ya roza los 6.000 millones de euros
La farmacéutica catalana incrementa su pasivo, que ya ronda las cinco veces el Ebitda, una ratio preocupante, según los analistas
Grifols se esfuerza cada vez que habla con los inversores: “La gestión del endeudamiento es una prioridad para la compañía”, repiten una y otra vez desde la cotizada española. Sin embargo, la deuda no para de subir y al cierre del primer trimestre de 2019 ya alcanzaba los 5.906 millones de euros mientras que los beneficios cayeron el 20% hasta los 114 millones por la subida de los gastos.
Al incremento del pasivo no ayudó la aplicación de la nueva normativa contable IFRS 16, que incrementó la cifra en 7,7 millones de euros. Migajas, eso sí, pues la deuda se disparó el 11% frente a los 5.343 en los que la empresa copresidida por Raimon y Víctor Grífols cerró el año 2018.
Además, como el ebitda creció sólo el 2,7% hasta los 305,6 millones, el ratio deuda/ebitda –una de las métricas habituales para medir el endeudamiento de una empresa en el sector— se eleva ya las 4,78 veces frente a las 4,32 veces en las que se quedó el ejercicio pasado. Un ratio superior a las tres veces ya acostumbra a poner en alerta a los analistas financieros.
Las previsiones hechas públicas por Grifols al cierre de 2018 eran que el ratio entre deuda y ebitda alcanzara las 3,5 veces. Así, parece complicado que la compañía pueda alcanzar las métricas prometidas sin disparar sus beneficios o vender alguna unidad de negocio en una operación corporativa.
El objetivo es volver a los números que tenía en 2016 antes de la compra de Hologic por 1.750 millones de euros. Y es que el pasivo financiero de la farmacéutica se disparó en 2013. Mientras Edward Snowden revelaba el espionaje masivo de Estados Unidos, la cotizada debía sólo 2.087 millones de euros a la banca.
«Nos parece muy importante que la gestión de la deuda sea más conservadora», dice la banca
El grupo ya comenzó a tomar medidas sin frenar su apetito expansivo. Por ejemplo: la adquisición del 26,2% de la china Shangai Rass Blood se hizo aportando el 45% de su filial estadounidense, Grifols Diagnostics Solutions. “La operación nos lleva a pensar que la gestión de la deuda se ha vuelto más conservadora y que ha empezado a anteponer su control frente a la velocidad del crecimiento”, auguran desde Bankinter.
“Nos parece muy importante que la gestión de la deuda sea más conservadora”, añaden los mismos analistas en un informe.
La misma familia Grífols salió al rescate de la cotizada a título personal. La patrimonial de la saga catalana, Scranton Enterprises, está en conversaciones con la banca para obtener un préstamo de 300 millones de euros con tal de financiar la compra de 59 centros de extracción de plasma a la farmacéutica.
Así, la operación serviría para estructurar la compra de los centros de Biotest y Haema por 220 millones de euros y 286 millones de dólares –252 millones de euros al cambio actual— inmediatamente después de que la farmacéutica los adquiriera en 2018. A cambio la multinacional mantendrá una opción de compra y firmó un contrato de suministro de plasma por 30 años.
Grifols si recurrió a la deuda para comprar el 51% de Interstate Blood Bank Inc, un banco de sangre con sede en Memphis, sobre el que tenía derecho después de adquirir el 49% en 2016. La operación está valorada en 100 millones de dólares (87,5 millones de euros).