La cúpula de Panrico regresa a los tribunales
Intenta frenar la huelga en Barcelona y la convocada en Madrid con la amenaza de reclamar en los juzgados daños y perjuicios
La dirección de Panrico, encabezada por Carlos Gila, ha decidido recurrir de nuevo a los tribunales para “intentar salvar a la compañía”, según fuentes cercanas al consejero delegado. El grupo tacha de ilegal la huelga indefinida que se inició el lunes en la planta de Santa Perpètua de Mogoda (Barcelona) y que los trabajadores de Paracuellos del Jarama (Mardid) han convocado a partir de este domingo. Gila ha dejado claro que no se le caerán los anillos para defender este extremo en los tribunales.
Los trabajadores de ambas factorías han recibido sendas misivas este miércoles en las que se les informaba del punto de vista de la dirección. La amenaza es clara: “La empresa exigirá responsabilidades directas por daños y perjuicios”.
Pacto en el pago de nóminas
El principal argumento de la compañía es que la protesta es una contestación al impago de la nómina de septiembre. “Esta es una cuestión que estaba resuelta entre la empresa y los representantes de los trabajadores con anterioridad a la celebración de las asambleas y de la huelga”, asegura en el escrito. Hace referencia a las reuniones celebradas el pasado fin de semana.
Sobre el encuentro de Santa Perpètua, la cúpula de Panrico señala que aceptar o no el pacto marco firmado en Madrid no fue una cuestión que constara en el orden del día y que las votaciones “no se realizaron conforme exige la ley”. Destaca también que los empleados contrarios a seguir con la protesta “fueron desalojados por la fuerza de la asamblea”.
El resultado de la votación ya ha sido muy discutido incluso por la plantilla del centro. Sólo los afiliados a CGT apoyaron de forma explícita el inicio de la huelga indefinida. Los representantes de CCOO, con una clara mayoría en el comité de empresa, se abstuvieron de pronunciarse y los de UGT se marcharon del encuentro. Los desencuentros entre sindicatos son históricos en el centro, aunque, hasta ahora, habían mantenido la unidad de acción ante el conflicto.
Nueva convocatoria en Madrid
El caso de Madrid es diferente. Los empleados aceptaron el fin de semana el acuerdo marco firmado el jueves 10 de octubre en el Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje (SIMA). Posteriormente, decidieron sumarse a la acción de protesta de Barcelona y convocaron una nueva huelga a partir de este domingo.
La cúpula recuerda que existe un calendario de pago de la retribución de septiembre. Asegura que la asamblea que tomó la decisión tampoco cumplió con los requisitos legales.
Sindicalistas
A los presidentes de ambos comités de empresa –Ginés Salmerón (CCOO) y Juan Carlos Ramos (CCOO)– les acusa de mala fe en la negociación, ya que ambos firmaron el pacto del SIMA. Panrico se reserva el derecho de emprender acciones legales a título individual contra ambos.
Las direcciones del sindicato tanto en Catalunya como en Madrid apoyan a los delegados, informan desde la propia institución.
Concurso de acreedores
La empresa se colapsará si la planta de Madrid deja de producir, aseguran los trabajadores. Han conseguido mitigar los efectos de los paros en Barcelona gracias al incremento de producción en el resto de centros productivos, aunque les queda poco margen. Si continúa la huelga, a partir del fin de semana Panrico tendrá problemas para mantener el ritmo de distribución actual. También llevará al incumplimiento del plan de pagos pactado, reconoce la directiva.
En este supuesto, la declaración del concurso de acreedores está a la vuelta de la esquina, aseguran fuentes cercanas a Gila. El escenario es cada vez más complicado para llegar a un pacto que asegure la viabilidad de la compañía.