Jamón a 35 euros: la nueva trampa del rey de los ibéricos
En un intento por corregir sus cuestionadas prácticas comerciales, Comapa incrementó el precio mínimo de sus jamones a un importe inverosímil en el sector
Comapa, el mayor distribuidor de ibéricos de España y la cuestionada cárnica que fue gran proveedor low cost de Carrefour, no pocas veces ha sido criticada por el sector del jamón por vender productos a precios imposible. Fue precisamente el importe de su ibérico para Carrefour el que dio pie a su primer gran escándalo, que acabó en una investigación por el fraude de sus jamones de bellota congelados.
Desde entonces, durante los últimos dos años, se han descubierto numerosas trampas de las que la empresa ha tirado para crecer en el sector del jamón español más que sus competidores, y tales revelaciones han comportado diversos cambios en la estructura del grupo –que gestiona decenas de marcas– y, entre otros motivos, le pueden llevar a la quiebra: esta semana entró en concurso de acreedores.
Tras un escándalo reciente por sus jamones low cost procedentes de cerdos polacos (sin aclaración alguna en la etiqueta) y que se hacen pasar por denominaciones o vocablos protegidos como Trevélez o Alpujarra, Comapa anunció que no solo había dejado de importar materia prima de Polonia desde abril, sino que había establecido un nuevo precio mínimo de 35 euros, en aras de evitar más cuestionamientos.
«Un jamón nacional por 35 euros es imposible», afirma una fuente del sector, que pone 50 euros como el mínimo para no perder dinero
La reciente dirección de Comapa, que dimitió en bloque para entrar en el concurso de acreedores, trasladó la semana anterior que ya había incrementado los precios de sus jamones en una apuesta por tener precios sostenibles de acuerdo a la realidad del mercado. Sin embargo, diversas fuentes del sector consultadas por este medio señalan que el precio mínimo de 35 euros no solo es insostenible, sino también inverosímil.
«Bajo esa fórmula de producto nacional, es imposible», indica una de las fuentes, que además recuerda que ni siquiera los jamones polacos de Comapa se vendían a precios tan bajos como 35 euros, en su mayoría. Es cierto que Carrefour, por ejemplo, vendía las piezas enteras en promoción de dos por 50 euros, pero el precio de la unidad solía rondar los 40 euros, por lo que en el sector no se explican esta nueva decisión.
El jamón a 35 euros de Comapa no le salen las cuentas
Si en efecto Comapa ha dejado de importar cerdos polacos para elaborar algunos de sus jamones desde abril pasado, se entiende que la empresa solo utiliza materia prima española para sus productos. Y el precio del jamón en el mercado para fabricantes ya arroja dudas sobre cómo consigue la compañía poner un importe mínimo de 35 euros cuando esa cantidad de dinero apenas alcanza para comprar la materia prima.
Las fuentes del sector indican que el precio de la pierna de porcino blanco está ahora mismo entre 2,90 y 3,05 euros el kilo. En fresco, antes de curar, la pieza seleccionada de cerdo pesa entre 11 y 12 kilos, por lo que estamos ante una posible horquilla de precio de la materia prima de 32 a 37 euros, o una media de 34,5 euros, rozando el mínimo de venta al público que anunció Comapa tras los recientes escándalos.
Pero poner jamón a la venta no es solo comprar la pieza. Después viene el proceso de merma, curación, maquila y la logística de distribución, sin hablar ya del importe final en el que debe incluirse el IVA y el margen de beneficio tanto del fabricante como de la superficie que ponga el producto a la venta. «Un jamón de 7,5 kilos nunca puede estar por debajo de los 50 euros de venta al público», indica una fuente del sector.
El jamón fresco ya está sobre los 34 euros; luego tiene todo el proceso de curación y distribución, además del IVA y los márgenes comerciales
Huelga decir que en superficies como Carrefour y Alcampo se venden jamones a precios bajos que no son de Comapa y que también despiertan dudas en el sector. Respecto a Comapa, fuentes apuntan que puede tratarse de más producto traído del extranjero de manera oculta, en cuyo caso estiman que la reciente dirección de la empresa ha mentido, especialmente porque los precios del porcino español se han disparado en los últimos meses.
De hecho, Trevedul, una de las marcas de jamón polaco que Comapa presuntamente retiró del mercado tras las recientes publicaciones de este medio, sigue a la venta al menos en un supermercado Ahorramás de Getafe, donde fue visto el jueves de esta semana a un precio de 45 euros la pieza, el cual se acerca más al importe mínimo real de un jamón español que el establecido en las últimas semanas por la dirección de la cárnica.
Las importaciones no necesariamente tienen que ser de Polonia; países como Hungría y Rumanía también tienen un precio de producción mucho más bajo, por lo que los cerdos podrían venir de allí, indican las fuentes. Lo que es seguro es que «con 35 euros para un jamón que pesa 7-8 kilos no se cubren gastos… casi ni una paleta cuesta eso», dicen expertos con más de 30 años de experiencia en el sector.
Comapa, en concurso de acreedores
Economía Digital intentó contactar con el más reciente gerente comercial de Comapa, Sergio Mompel, pero no recibió respuesta antes del cierre de esta noticia. Mompel fue director de calidad y productos de la empresa durante cuatro años antes de ser ascendido en abril, cuando dos de los accionistas –Vall Companys y Blai Parés– se unieron para echar a los antiguos jefes del grupo, los hermanos David y Jaime Álvarez Fra.
El gerente comercial antes de que Comapa entrase en concurso de acreedores fue uno de los encargados de las operaciones de compra de cerdos polacos y en sana teoría debió haber respondido por las distintas prácticas cuestionables de la empresa, y pese a haber sido cercano a la gestión de los hermanos Álvarez Fra –calificada de «negligente» en el comunicado de Comapa sobre el concurso– fue ascendido a la reciente dirección.
Sobre el papel, Vall Companys y Blai Parés apartaron del consejo a los referidos hermanos –también accionistas– por sus prácticas comerciales y financieras «insostenibles, agresivas y que han puesto en riesgo la viabilidad empresarial» del grupo, pero desde el sector señalan que Mompel participó también en estas dinámicas y se cuestionan que no solo haya sobrevivido a los ceses, sino que fuera ascendido tras los escándalos.
Vall Companys ha rechazado brindar más declaraciones sobre el negocio de Comapa y señala que, tras la entrada en el concurso, la empresa es actualmente gestionada por el administrador concursal. El gigante cárnico catalán dijo en su momento que los movimientos en el consejo tenían el objetivo de «corregir las anteriores prácticas comerciales e implementar nuevos estándares mercantiles de acuerdo con la realidad del sector».