Frank Torres regresa a Nissan España para cerrar Barcelona
El antiguo director general de la planta de Nissan en Barcelona vuelve para liderar la clausura de la instalación, que se oficializará este mismo jueves
Un rostro conocido será el encargado de pilotar el cierre de la planta de Nissan en Barcelona. El fabricante japonés oficializará este mismo jueves el fin de la actividad de la instalación, pero no será Genís Alonso, consejero delegado de Nissan Motor Ibérica, el hombre encargado de liderar el adiós. Para la tarea, la marca nipona ha confiado en Frank Torres, antiguo director general de la filial española.
Nombrado responsable de negocio de Nissan en Rusia en abril de 2019, Torres aterrizó en la capital catalana “hace un par de semanas”, señalan fuentes internas de la compañía a Economía Digital. Desde entonces, ha sido la persona encargada de liderar el proceso de cierre de la fábrica de la Zona Franca (Barcelona) en detrimento de Alonso.
La decisión sorprendió en el seno de la compañía, que esperaba a un ejecutivo japonés para pilotar el recorte, como ya sucedió en 2008 con el despido de 2.000 trabajadores en el centro catalán. Su conocimiento de la planta y de las administraciones españolas será un punto a favor en un procedimiento en el que las autoridades ya anunciaron que no lo pondrán fácil. De hecho, el secretario de Industria, Raúl Blanco, advirtió que la factura alcanzará los 1.000 millones de euros.
Torres logró adjudicaciones para Barcelona bajo un clima de enorme conflictividad laboral
Torres ya trabajó durante una década en Nissan Motor Ibérica. Tras ser contratado como analista de ingeniería en 2007, en 2011 fue erigido director general de la filial, con lo que pasó a ser el máximo responsable del centro de la Zona Franca. Durante su mandato se recuerdan numerosos enfrentamientos con los sindicatos, con los que ahora tendrá que lidiar.
En su haber puede decir que logró traer la furgoneta eNV200 y el Nissan Pulsar a Barcelona, pero lo cierto es que exigió unos esfuerzos a la plantilla a cambio de promesas que jamás se cumplieron.
En 2014, La adjudicación del Pulsar ya llegó rodeada de polémica. Solo se alcanzó tras medio año de negociaciones con la plantilla en las que incluso tuvo que mediar la Generalitat y a cambio de un acuerdo para mejorar la competitividad de la planta catalana. Incluía recortes en materia laboral a cambio de una inversión de 130 millones de euros.
La dirección prometió 1.000 nuevos empleos, como haría también en octubre de 2015 al iniciar la producción de otro modelo, la pick-up Navara. Una semana después de aprobar los recortes, el coche era asignado a Barcelona. Pero el millar de nuevos trabajadores jamás llegó.
La llegada de Torres a Nissan España se interpreta como el adiós ‘oficioso’ de Genís Alonso
Otra de sus promesas incumplidas fue la de que Nissan fabricaría 200.000 coches el año en Barcelona. El Pulsar fracasó y se dejó de ensamblar en 2018 y, tras años de atonía, la instalación sacó el último año alrededor de 55.000 vehículos a la carretera.
Con las luces de las adjudicaciones pero las sombras de los enfrentamientos con la plantilla, Torres abandonó la capital catalana rumbo a Nissan Europa hasta que en 2019 fue nombrado director de negocio en Rusia. Ahora, vuelve a la que fue su casa en lo que a nivel interno se ha asumido como el adiós oficioso de Genís Alonso, que ya en los últimos meses había quedado en un segundo plano frente a Gianluca De Ficchy, presidente de Nissan Europa.
El propio De Ficchy se reunirá este jueves con la plantilla de la fábrica de Barcelona para comunicarles su futuro, aproximadamente una hora antes de que la cúpula de la marca en Japón anuncia el plan a medio plazo de la compañía. Entre los trabajadores se da por hecho que el máximo ejecutivo de la región les oficializará la clausura de la instalación.
El encuentro telemático entre De Ficchy y la plantilla se ve como un movimiento de la empresa para que los trabajadores no se enteren por la prensa del cierre del centro de la Zona Franca. “Al 99% es lo que nos van a decir”, asumen las voces consultadas. De hecho, El País informó este miércoles que la decisión ya está tomada.
La alianza Nissan-Renault expulsa a Barcelona de sus planes
La presentación de Nissan se produce solo un día después de que la alianza Nissan-Renault-Mitsubishi confirmase los presagios que ya existían: la firma nipona se retira de Europa y cede el liderazgo de la fabricación de furgonetas a su aliado francés.
En una rueda de prensa conjunta, las marcas explicaron que se repartirán el planeta en una estrategia de «líder y seguidor» con la que se pretende conseguir una reducción de costes del 40% por vehículo. Renault toma la delantera en Europa mientras que Nissan queda relegada a China y Japón, Oriente Medio, Sudáfrica y Estados Unidos.
Además, Nissan también cede el liderazgo a su aliado galo de la producción de furgonetas, por lo que sería la empresa francesa la encargada de dirigir la eNV200, el único modelo que, a pesar de sus modestas cifras, tenía éxito en Barcelona. El año pasado, la planta de la Zona Franca ya perdió la NV200 de combustión, que se fabrica ahora en la planta francesa de Maubeuge utilizando la misma plataforma que la Renault Kangoo.
Con Renault trabajando para lanzar una versión eléctrica del modelo y la nueva estrategia conjunta, parece cada vez más probable que el automóvil de cero emisiones fabricado en Cataluña emigre al otro lado de los Pirineos.
El fabricante japonés sí mantendrá el liderazgo de la producción de pick up, el otro tipo de vehículos que se ensambla en Barcelona. No obstante, mantener la planta catalana solamente con el Nissan Navara y su homólogo para Renault sería insostenibles para una instalación que ya funciona por debajo del 30% de su capacidad. Por ello, según informó el Financial Times, la elaboración de estos modelos se trasladaría a las plantas de Nissan en Sudáfrica, otra de las regiones que dominará.