Fraile y toda la junta de la CCC, acusados de concurso culpable
El administrador concursal de la CCC pide el concurso culpable por la quiebra de la patronal y apunta a Miquel Àngel Fraile, Rosa Eritja y la última junta
Toda la junta de la Confederació de Comerç de Catalunya (CCC), además de su defenestrado secretario general, Miquel Àngel Fraile, tendrá que responder de la quiebra de la que era la patronal mayoritaria del comercio catalán. Tras estudiar las cuentas de la organización y firmar su liquidación, el administrador concursal ha enviado un informe al juez en el que solicita el concurso culpable y apunta a toda la última junta de la CCC, empezando por su última presidenta, Rosa Eritja, e incluyendo a Fraile.
La Confederació de Comerç presentó el concurso el verano del año pasado tras la salida por la puerta de atrás de su eterno secretario general, y después de que se saliera a la luz que tenía un agujero de cinco millones de euros –que al final resultaron ser más de seis–. Como explicó este medio, Fraile había presentado a la junta, y esta lo había aprobado sin preguntar, cuentas anuales que no se respondían con la realidad, y algunas sin auditar.
La quiebra dejó una deuda de seis millones de euros y muchos damnificados, puesto que los activos para cubrir el pasivo eran de solo 10.000 euros. Entre ellos, desde unos 70 centros de formación, a los que debía 1,6 millones, hasta la Generalitat, pasando por el Santander, Caixabank, BBVA y el Sabadell, Hacienda o la patronal a la que estaba adherida, Foment del Treball.
El administrador concursal de la Confederació de Comerç ve a Fraile y Eritja culpables de la quiebra
Algunos de los perjudicados presentaron denuncia, como los centros de formación, y se está investigando. Otros, como la Generalitat, solicitaron al administrador concursal la declaración de concurso culpable. Algunas escuelas también lo hicieron. Tras estudiar estas peticiones, y con las cifras en la mano, el administrador optó por solicitar el concurso culpable. La decisión será del juez, pero implica que los presuntos responsables tendrán, por fin, que dar explicaciones.
El juez está ahora pendiente del fiscal. Después del informe del administrador, el fiscal debe emitir otro informe en el que argumente si cree que fue concurso culpable o fortuito. Con los dos informes, el magistrado citará a los posibles encausados para que se defiendan. Después de escucharlos, dictaminará si declara el concurso culpable o no. Este proceso puede demorarse meses o incluso años, en el caso de que haya alegaciones.
Fraile tiene dos vías abiertas: la denuncia de centros de formación y el concurso de la CCC
A diferencia de la causa por la desaparición de 1,3 millones de euros de los centros de formación que la CCC retenía, que es solo contra Miquel Àngel Fraile, en el concurso se apunta también a la última junta, presidida por Rosa Eritja, que fue la que despidió a Fraile y declaró el concurso. Entre ellos están los todavía presidentes de los comerciantes de Barcelona y de Tarragona, así como los de varios gremios.
La otra causa que persigue a Fraile es la desaparición de los depósitos de garantía de los centros de formación, un dinero que no era de la CCC pero que guardaba en una cuenta por si había irregularidades en los cursos. Con el concurso, los centros constataron que el dinero había desaparecido, por lo que algunos decidieron unirse y denunciar. Pese a que las denuncias eran contra toda la junta, se admitió a trámite solo contra Fraile, y la UDEF ya lo está investigando.