Ficosa consigue la paz social en dos de sus factorías
Los empleados de Fico Mirrors, en Mollet del Vallès, y Ficotranspar, en Rubí, pactan un aumento salarial del 3% con un variable del 1%. El acuerdo en Viladecavalls depende del ERE temporal
La familia Pujol ha conseguido la paz social en dos de las cuatro factorías catalanas de Ficosa. Según han explicado, llegaron a un acuerdo con los empleados de Fico Mirrors, en Mollet del Vallès, y en Ficotranspar, una de las dos fabricas que tienen en Rubí. En el pacto final directivos y trabajadores aceptan un incremento salarial del 3% en todos los conceptos laborales más un variable del 1%, ligado a la cuenta de resultados de Ficosa Electronics para 2011 y 2012.
Tras la rubrica, que se votó en asamblea a principios de la semana pasada, ha empezado el traslado de trabajadores hacia Viladecavalls para proceder al cierre de ambas factorías. Según fuentes empresariales, de los 400 empleados de Mollet del Vallès sólo quedan en la antigua planta de Fico Mirrors unas 30 personas “por una cuestión de logística”. En el caso de Rubí, el cierre de la planta dedicada a la fabricación de cables se hará en las próximas semanas.
El avance en ambas factorías no ha significado el desatasco definitivo de las negociaciones que dirección y comité de empresa realizan con la mediación de la Generalitat. Este martes se volverán a ver las caras en el departamento de Treball y los Pujol deberán presentar el plan de producción para 2012 que garantice que todos los trabajadores de Viladecavalls, unos 1.600, tienen trabajo. Una reclamación de los sindicalistas.
El ERE temporal impide el acuerdo
Falta cerrar el acuerdo salarial con los trabajadores de Ficotriad, una sociedad que fabrica cajas y palancas de cambio automático y manual en Rubí, y con los empleados de la factoría de Viladecavalls. Según han explicado desde el comité de empresa a Economía Digital, estarían de acuerdo en firmar el mismo incremento que en Fico Mirrors y Ficotranspar.
Pero entonces aún se tendría que cerrar la parte más enrocada de esta negociación: el ERE temporal. Los directivos afirman que es completamente necesario para la continuidad de la empresa y los sindicalistas se oponen de frente a su aplicación. Afectaría a todos los empleados de Viladecavalls y por un tiempo pendiente de concretar.
En el último encuentro en Treball, que tuvo lugar el 26 de octubre, el comité exigió detalles de los proyectos industriales que se quieren realizar a partir de 2012 y que garantizarían el mantenimiento de los sitios de trabajo.