El lobby del jamón ibérico de bellota conspira para relajar los controles
Los productores del ibérico de bellota se reúnen este viernes en Zafra para pedir al Gobierno una rebaja en los controles
Un lobby de productores del cerdo ibérico de bellota, en el punto de mira de la administración por las recientes irregularidades detectadas, celebrará una reunión este viernes para pedir al ministerio de Agricultura una rebaja en los controles sobre la producción y una aplicación de la norma más laxa.
La reunión de emergencia ha sido convocada por los propios ganadores después de que la máxima entidad que inspecciona a los auditores, certificadores e inspectores, la Entidad Nacional de Acreditación, Enac, haya informado de que comenzará a aplicar controles más estrictos.
Enac ha publicado un nuevo protocolo de inspección que contempla la retirada de la certificación (la credencial que certifica la producción según los criterios de la normativa) si el empresario no se encuentra disponible para la realización de inspecciones sorpresa. También prevé más inspecciones y mayor control en el peso de los cerdos ibéricos de bellota para evitar que sean alimentados con otros suplementos.
Hasta ahora, el sistema de supervisión de Enac permitiía a los ganaderos conocer con suficiente antelación las fechas de las inspecciones, lo que le permitií corregir posibles irregularidades o simular el cumplimineto de la norma, según explican fuentes del sector.
Un jamón ibérico de bellota más flexible
Unos 400 ganaderos de Andalucía, Extremadura y Salamanca han sido convocados a una reunión urgente en Zafra (Badajoz) para consensuar un documento que exija al Gobierno una mayor permisividad para el sacrificio de cerdos más pequeños y también más flexibilidad para permitir el uso del término de jamón ibérico “de bellota” para cerdos que, además de bellota, también puedan ser alimentados con pienso.
“Nos hemos unido para intentar cambiar la normativa que ni se ajusta a la realidad ni ayuda a conseguir la calidad. La idea es elaborar un escrito conjunto con todos los que no están conformes, firmarlo y enviarlo a los organismos”, explica la convocatoria al encuentro.
Los ganaderos contrarios a un control más exhaustivo aseguran que no están en contra de la actual norma del jamón ibérico, sino de la aplicación estricta que ahora proponen las entidades certificadoras. “Dispararán los costes que el ganadero tiene que pagar por la inspección, que ahora puede ser de un euro por cerdo. Calculamos que hasta los puede multiplicar por diez. Esto lo hace económicamente inviable. Es evidente que no puede haber un inspector por cada cerdo”, explica José María Molina, responsables de la sectorial del ibérico de la asociación de jóvenes ganaderos Asaja.
Sacrificio de cerdos ibéricos más jóvenes
Un grupo de ganaderos de Asaja-Apag (la asociación de jóvenes agricultores de Extremadura) ha propuesto reducir en dos meses la edad permitida para sacrificar cerdos. De esta forma, el cerdo cruzado alimentado con pienso, que hasta ahora es sacrificado legalmente a partir de los 10 meses, podría ser sacrificado con ocho.
También abogan porque los cerdos puedan ser alimentados con pienso en montanera, ya que, en algunos casos, resulta imposible alimentarlos con bellota durante todo el período marcado por ley. Esta propuesta ha levantado las críticas del sector más purista del ibérico, que se niega a que otros ganaderos puedan alimentar con pienso a los cerdos y etiquetarlos como “ibéricos de bellota”.
Las prácticas para burlar la ley son conocidas en el sector en que las entidades de certificación (empresas privadas que deben auditar y certificar los procesos pero cuyos servicios son pagados por los propios ganaderos) ayudan a esconder las prácticas ilegales, según explica un grupo de ganaderos críticos con el movimiento.
Los ganaderos más puristas explican que quienes se oponen a los controles estrictos probablemente hayan estado vulnerando la ley en complicidad con las entidades certificadoras, que ahora tendrán un mayor control por parte de la Entidad Nacional de Certificación, Enac. La guerra del jamón ibérico entre los que quieren reducir costes y hacer producción intensiva y el sector tradicional vuelve a estar servida.