El gigante catalán Vall Companys busca una salida rápida de Comapa
El fabricante cárnico busca una fórmula para salir de Comapa, el principal distribuidor de ibéricos de España, salpicado por la trama del jamón podrido
El gigante cárnico Vall Companys quiere salir raudo y veloz de Comapa. El principal distribuidor de ibéricos de España está siendo investigado, por dos juzgados distintos, a raíz de su participación en la trama de jamones en mal estado.
Vall Companys quiere deshacerse cuanto antes de sus acciones (29% de la participación) de Comapa, proveedor estrella de Carrefour y cuyo jamón Oro de la Ermita ha sido incluido en la alerta sanitaria emitida el mes pasado por poner en riesgo la salud pública.
La empresa estuvo a punto de vender su participación hace pocos meses a los accionistas de Comapa, entre ellos su presidente, Blai Parés Dachs, y un alto ejecutivo de la empresa, David Álvarez, según han explicado fuentes cercanas a la operación. La venta se vio truncada con la publicación de las primeras indagaciones de la Guardia Civil que investiga a Comapa por la venta de jamones fraudulenta. La banca decidió frenar la operación por alto riesgo.
Ahora, también está inmersa en una investigación mucho peor: una trama que pudo haber cometido delitos contra la salud pública al vender jamones y productos cárnicos en mal estado, tal como ha destapado en exclusiva este medio hace tres semanas. Y en Vall Companys no saben cómo salir de su participación, según han explicado fuentes del sector. Vall Companys declina hacer comentarios.
El misterioso accionista suizo
La leridana Vall Companys entró en Comapa a principios de 2014, cuando adquirió el 29% de Osona Intensiva, que es la empresa holding que ostenta la totalidad de las acciones de la jamonera.
Comapa y Osona Intensiva comparten el mismo consejo de administración, formado por tres sociedades: Patrimonial les Pedreres, presidida por el industrial cárnico Blai Parés Dachs; Fleku Treinta, administrada por Jaime Álvarez Fla; y Vall Companys, representada por Josep Pedrós, su gerente. Estos tres directivos firman los informes de gestión de Comapa y Osona Intensiva depositados en el registro mercantil.
Las tres sociedades que forman el consejo de administración de Osona Intensiva también son sus accionistas: la patrimonial de Parés controla el 42,6%; la de Álvarez Fla, un 10,13%; y Vall Companys, un 29,83%. Curiosamente, hay un cuarto accionista, con un 16,17%: Immo Habitat Inversions, con sede en Vic (Barcelona), aunque participada por la sociedad suiza Conber Holding AG. La pista se pierde en Seewen, una aldea de menos de un millar de habitantes del cantón alemán de Soleura.
Fuentes próximas a Vall Companys señalan que tan sólo son accionistas minoritarios y que no están en el día a día de Comapa. La compañía leridana se desmarca por completo del escándalo del jamón. No obstante, su vinculación con Parés se inició hace más de quince años cuando le compraron el matadero porcino de Patel en L’Esquirol.
Cuando entraron en Comapa de la mano de Parés, Vall Companys estaba presidida por Josep Vall Palou, fallecido en octubre de 2015. Desde entonces, los propietarios son sus tres hijos –Meritxell, Josep y Òscar Vall Esquerda-, que controlan un imperio agroalimentario a través de Inversiones Fenec.
Investigada por la trama del jamón
Comapa comenzó a ser investigada a finales del año pasado en el marco de la operación Opson para detectar fraudes con la venta de falsos jamones ibéricos de bellota. La Guardia Civil realizó decenas de inspecciones en establecimientos Carrefour para detectar la venta de jamones fraudulentos, tal como ha reconocido la propia empresa.
Pero hace pocas semanas, la emisión de una alerta sanitaria por la venta de jamones en mal estado en Valencia y en Extremadura hizo saltar las alarmas y ha puesto a la empresa en un brete. El proveedor estrella de Carrefour ha recibido decenas de denuncias por vender el jamón con gusanos Sierra Alpujarra y también por el jamón Oro de la Ermita, vetado por la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición.
Comapa es el proveedor predilecto de Carrefour y encargado de poner en el mercado jamones a precios imbatibles de hasta 25 euros la pieza de unos 7 kilos. En el sector no se explican cómo la compañía puede romper el mercado con precios tan agresivos.
La compañía ha crecido como la espuma en los últimos años hasta alcanzar una facturación de más de 420 millones de euros en 2017. Ahora, los directivos tendrán la tarea de reflotar la empresa de su peor crisis.