El fondo que se quedó Indo y Dogi dispone de otros 100 millones para gastar en tres años
Sherpa Capital levanta un nuevo vehículo de inversión con la vista puesta en las empresas medianas con problemas
Destinará entre 30 y 50 millones de euros anuales a reflotar compañías con problemas. Sherpa Capital, uno de los fondos españoles más activos de los últimos meses, ha conseguido levantar un segundo vehículo de inversión con una dotación total de 100 millones de euros. La mayoría provienen de fondos institucionales extranjeros.
El entorno del fundador del grupo, Eduardo Navarro, indica que el fund rising se ha completado en menos de un trimestre y que el ciclo inversor se prolongará dos o tres ejercicios. El calendario final dependerá de los proyectos en los que decidan embarcarse.
Empresas en ‘situaciones especiales’
El proceso de elección tiene unas premisas básicas, señalan las mismas fuentes. Sherpa quiere entrar en empresas medianas que requieran reorganizaciones no intensivas. Las denominadas underperforming en el argot inversor. Es decir, mercantiles con resultados por debajo de la media del sector en el que operen pero que no estén quebradas. Bajo el epígrafe de situaciones especiales se pueden encontrar grupos con problemas económicos o financieros, sociedades con accionistas peleados o litigios legales relacionados con la gestión o con estrategias demasiado a corto plazo que necesitan ir a más. Todas ellas, industriales.
Una vez localizado el objetivo, el fondo actuará de la forma habitual: inyectará recursos a la par que entra en la gestión para dar carpetazo a las dificultades que arrastra la compañía. El perfil del fondo no es el de una inversión exclusivamente económica para obtener beneficios, indican los mismos interlocutores.
Inversión en Catalunya
Las dos últimas grandes operaciones que ha cerrado la sociedad con sede en Madrid ya se incluyen en el nuevo vehículo, denominado Sherpa II. Se trata de la adquisición del grupo óptico Indo (que empieza a ser rendible aunque por debajo del sector tras superar el concurso de acreedores) y la textil Dogi.
Ambas compañías se encuentran en Catalunya, territorio en el que tienen puesto el foco por el perfil de empresas que conforman el tejido económico local. Esperan destinar más de la mitad del capital del nuevo ciclo inversor a firmas medianas. Las sociedades de Madrid no tienen estas características, por lo que el resto del capital disponible irá a parar a diferentes mercantiles de todo el Estado.
Nuevas inversiones
Los gestores de Sherpa están atentos especialmente a las ventas de unidades productivas que se gestionan desde los Juzgados de lo Mercantil. En las últimas semanas, habían pujado también en Catalunya para quedarse con el negocio del grupo de electrodomésticos Establiments Miró; aunque dieron un paso atrás al estudiar detenidamente las condiciones económicas de la operación.
El equipo de Sherpa Capital iniciará las vacaciones de verano con varios frentes abiertos. Fuentes cercanas a la cúpula indican que es incluso posible que se cierre alguna operación a lo largo de la próxima semana o en los primeros días de agosto.
Mantener la cartera
El fondo Sherpa I aún no se ha cerrado. Queda algo de capital que se destinará a mantener la cartera de inversiones. El vehículo se estrenó en octubre de 2010 con la adquisición del grupo de embalaje Polibol. En mayo de 2011 se entró en la química Coveright y en la última mitad de ese ejercicio se adquirieron las firmas de decoración KA International y Maison Decor. El ciclo inversor también llegó para reconvertir la compañía de artes gráficas Dédalo (julio de 2012) y la de embalaje Bol & For Impresores (noviembre de 2013).
Con más capital disponible, el nuevo vehículo incluirá un mayor número de mercantiles en casi el mismo tiempo.