El coronavirus hace un agujero de 100 millones a Grifols
La compañía asegura que la Covid-19 tuvo un "impacto negativo" en sus cuentas, pero ahorrará otros 100 gracias a un plan de contención de gastos
Con parte de sus recursos destinados a la lucha contra el coronavirus, Grifols da a conocer el impacto que la pandemia tendrá en sus cuentas. La compañía de hemoderivados española admitió que la Covid-19 tuvo un efecto negativo de 200 millones de euros en sus números, algo que espera mitigar con un plan de contención de gastos por valor de otros 100 millones.
La empresa explicó en un comunicado enviado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que el golpe negativo “está relacionado con la valoración de los inventarios” y se registrará íntegramente en las cuentas del primer semestre de 2020, que se presentarán a finales del mes de junio.
A pesar de mantener su operativa durante los meses de marzo, abril y mayo, la crisis sanitaria provocó que el volumen de donaciones disminuyera tras dos años, 2018 y 2019, en el que la organización había ampliado sus inventarios de plasma.
Para contrarrestar la caída por la pandemia, la cotizada codirigida por Raimon y Víctor Grífols puso en marcha un “plan de contención de gastos operativos” por valor de 100 millones. Al contrario que la sacudida por el virus, los resultados solo se verán plenamente reflejados en las cuentas del ejercicio completo, a final de año.
No obstante, el plan de ajuste no implicará despidos de personal, asegura la empresa.
El esfuerzo de Grifols contra la Covid-19
En la presentación de resultados del primer trimestre de 2020, la compañía explicó que trabaja en un tratamiento contra el coronavirus que «podría estar disponible a mediados de julio». Para ello, trabaja de la mano de la U.S. Food and Drug Administration (FDA, por sus siglas en inglés) así como las autoridades sanitarias de España y Alemania con tal de tener disponible el tratamiento lo antes posible.
Grifols ya avisó que pondrá a disposición del proyecto su red de centros de donación aprobados por la FDA, organismo del Gobierno que regula los medicamentos en EEUU, que examinará e identificará a los donantes, junto a otros organismos de salud estadounidenses, y procesará el plasma para producir las inmunoglobulinas hiperinmunes en sus instalaciones especialmente diseñadas y aisladas para enfermedades infecciosas en Clayton (Carolina del Norte, EEUU).
A la espera del tratamiento, la empresa también aceleró el desarrollo de una prueba diagnóstica «de alta sensibilidad» para detectar el coronavirus. De hecho, Grifols presume de tener una técnica de mayor precisión que los test PCR que «además de una elevada sensibilidad analítica, se adapta a grandes volúmenes de muestras de forma automatizada».
Las pruebas se pueden procesar en equipos automáticos con una capacidad para analizar más de 1.000 muestras al día, añadió la multinacional.