Grifols maquilla su endeudamiento en 2019
La compañÃa consigue recortar su ratio de deuda/ebitda de las 4,32 veces a las 4,17 a pesar de tener más pasivo que hace un año
En 2019, Grifols aprendió a crecer sin endeudarse: la cotizada catalana se hizo con el 26,2% de la china Shangai Raas Blood a cambio de aportar parte de su negocio estadounidense. El plan le valió la buena crítica del mercado y le sirvió para reducir el ratio deuda/ebitda a pesar de que a la práctica no recortara el pasivo que arrastra en su balance.
Según las cuentas de 2019, la empresa de hemoderivados encogió el ratio deuda/ebitda –una métrica habitual en el sector– desde las 4,32 veces hasta las 4,17 veces. Lo hizo menos de tres años después de las última refinanciación, pues Grifols volvió a sentarse con la banca para aplazar el pago de 5.300 millones de euros. Aprovechando el encuentro, la cúpula de la farmacéutica incrementó la mochila y pidió 500 millones de euros ‘extra’ para incrementar la cifra hasta los 5.800 millones de euros entre bonos y entidades financieras.
Según explicó la empresa en un comunicado, la empresa de hemoderivados cerró la refinanciación con la que pretende rebajar los costes de la deuda y dotar de músculo su actividad diaria. “El proceso permite optimizar la estructura y mejorar significativamente todas las condiciones además de flexibilizarlas”, celebró la cotizada que dirigen Víctor y Raimon Grífols.
Grifols amplió su pasivo con la banca en 2019 a pesar de hablar de cifras inferiores durante el año
También incrementar el pasivo, uno de las principales debilidades que los analistas señalan en cada informe que realizan sobre la sociedad. La farmacéutica amplió una línea de financiación multidivisa hasta los 500 millones de dólares (455 millones al cambio actual), emitió bonos por 1.675 millones y selló dos tramos de 2.500 millones de dólares (2.273 millones de euros al cambio actual) y 1.360 millones de euros con inversores institucionales.
Así, la compañía pidió más recursos de los inicialmente previstos. En el anuncio del comienzo del procedimiento, Grifols habló en todo momento de un importe de “hasta 5.300 millones de euros” con el propósito de financiar “los planes de crecimiento a largo plazo”.
Gracias a la firma, la compañía redujo hasta el 2,8% el coste de la deuda. Así, espera que tendrá un impacto contable positivo de 50 millones de euros en el cuarto trimestre de 2019. Y además pudo controlar su ratio de deuda/ebitda gracias al crecimiento registrado a lo largo del año.
«La gestión financiera, incluyendo la optimización y reducción de los niveles de endeudamiento y el mantenimiento de una robusta posición de liquidez, sigue siendo una prioridad estratégica para Grifols», dijo la cotizada a los mercados tras la última presentación de resultados.
El grupo ya comenzó a tomar medidas sin frenar su apetito expansivo. Por ejemplo: la adquisición del 26,2% de la china Shangai Raas Blood se hizo aportando el 45% de su filial estadounidense, Grifols Diagnostics Solutions. “La operación nos lleva a pensar que la gestión de la deuda se ha vuelto más conservadora y que ha empezado a anteponer su control frente a la velocidad del crecimiento”, auguran desde Bankinter.
Grifols en 2019
En 2019,la compañía catalana ganó 625,1 millones de euros, lo que supone un 4,8% más que en el año anterior.
Según comunicó Grifols el pasado jueves a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), los ingresos crecieron un 13,6% hasta alcanzar 5.098,7 millones de euros. La multinacional también logró una mejora sustancial de la rentabilidad: el margen bruto subyacente se sitúa en el 47,4%, mientras que el margen ebitda -resultado bruto de explotación- sobre los ingresos fue del 28,6%. Su ebitda fue de 1.434 millones, un 17,3% más que en 2018.
Por divisiones destacó Bioscience, en la que se centra el negocio principal de la compañía, el de las proteínas plasmáticas. Este apartado continuó siendo la principal aportación de ingresos de la compañía, con un crecimiento del 13,6% hasta 3.993,4 millones de euros.