La repesca del AVE genera dudas en Ecorail
La preadjudicación del AVE a SNFC y al consorcio liderado por Ilsa todavía deja abierta la puerta a que un tercero pueda sumarse a competir con Renfe
La liberalización del AVE con la preadjudicación del servicio a Renfe, el consorcio Ilsa Trenitalia y SNFC traerá cola. Dicha operación se articuló a través de tres paquetes de capacidad (A,B y C), que se repartieron en un sistema basado en acuerdos marco a 10 años. Pero algunos no se explotarán al 100%, por lo que se ha creado expectación con qué pasará con el porcentaje sobrante. Y Ecorail, una de las compañías que quedó fuera del concurso pese a pujar muy fuerte, está explorando opciones para saber cómo reengancharse. Aunque las cosas no son tan sencillas.
Adif adjudicó el paquete más grande (A) a Renfe, el B a Trenitalia y el C, el más pequeño, a la francesa SNFC. Este reparto dejó fuera al consorcio Talgo-Globalia, a la empresa Globalvia y a Ecorail, compañía andaluza que es filial del grupo Magtel y cuenta tanto con licencia ferroviaria como con certificado de seguridad desde hace seis años.
En el sector aseguran que esta última es la mejor posicionada para entrar en una segunda vuelta por el AVE. ¿Por qué? Porque en el paquete B, la empresa fue excluida pero quedó a muy poca distancia del consorcio Ilsa (65% de capacidad ofertada frente a un 70%).
Fuentes cercanas a la compañía andaluza aseguran que están en contacto con Adif, a través de conversaciones informales, para saber qué pasará con el porcentaje sobrante (30% del B, aunque también 14% del paquete A), por los que está interesado. Tampoco descarta aliarse con otra compañía para pujar por ellos.
«Nuestra primera aproximación es entender exactamente qué capacidad queda disponible. Todavía no tenemos la foto», dicen. «Hay que ver si con esa capacidad se puede armar un plan financiero con las condiciones que marque ADIF», añaden.
Otras fuentes aseguran a este medio que incluso el tercio del paquete B podría quedarse sin explotar. Ese porcentaje, que se pondera entre el acuerdo marco a diez años de vigencia (2020-2030), deja libre el primer año porque Trenitalia no tendrá sus trenes a punto. Es ese motivo el que hace dudar a Ecorail, que no sabe si vale la pena acometer una gran inversión para un breve periodo de tiempo.
Para ver cómo se resuelve el entuerto hay que esperar. La firma de los acuerdos marco entre los candidatos adjudicatarios y Adif está prevista para antes del próximo 15 de marzo, si bien la suscripción definitiva necesitará la aprobación de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
Entre el resto de candidatos apenas hay novedades tras la resolución de Adif. Globalvía, que se presentó en solitario y fue la que menos pujó, no quiso hacer comentarios a preguntas de este medio; fuentes de Talgo trasladaron que estarían abiertos a analizar la capacidad restante si ADIF lo propone, aunque insistieron que todo dependerá de cuánto se ajuste al plan propuesto.
Renfe, SNFC y Trenitalia, los ganadores
Independientemente del paso que dé Ecorail, el proceso de liberalización del AVE está ya encarrilado. El consejo de administración de Adif eligió por unanimidad a la operadora francesa SNCF y al consorcio formado por Ilsa-Trenitalia (Air Nostrum y Trenitalia) como candidatos para operar las principales líneas de alta velocidad de la red española y ser así los competidores de Renfe.
La compañía dependiente de Fomento se adjudicó el paquete A para operar las líneas de alta velocidad, y a partir del próximo 14 de diciembre de 2020 podrán operar en los corredores Madrid-Barcelona-frontera francesa, Madrid-Levante y Madrid-Sur, en los que se aumentará la oferta comercial un 65%.
La liberalización del AVE persigue tres objetivos por encima del resto: aprovechar y rentabilizar al máximo la red AVE — se han invertido 51.000 millones de euros —, aumentar el número de viajeros y conseguir que se abaraten el precio de los billetes.