Colau y el turismo: cambian los interlocutores, pero no los problemas
La alcaldesa Ada Colau se encontrará este mandato con nuevas voces en representación del empresariado turístico
La alcaldesa Ada Colau chocó repetidamente durante el anterior mandato con los empresarios del sector turístico barcelonés. Ahora se encontrará con tres nuevos interlocutores de peso: el independentista Joan Canadell, presidente del comité ejecutivo de Turismo de Barcelona; Jordi Mestre, que este martes se situó al frente del Gremio de Hoteles; y Sílvia Perera, presidenta de la comisión de turismo de la patronal Foment del Treball. Las dos últimas organizaciones empresariales consideran prioritario que se garantice la seguridad de la ciudad.
Hasta ahora, Foment era una voz menor en el sector turístico. El presidente de la patronal, Josep Sánchez Llibre, potenció una comisión de turismo para tener “una voz única de la industria turística catalana”, como señala su responsable, Sílvia Parera.
Perera precisa que se proponen “dar visibilidad al turismo” –supone el 12% del PIB catalán y el 13% de los trabajadores–, elaborar propuestas y representar a los empresarios y asociaciones del sector. Se trata de una comisión rejuvenecida. Joan Gaspart ya no preside la comisión, en la que, por cierto, se ha incorporado su hija Maria Gaspart, directora general de Atiram.
Ante los recientes incidentes registrados en Barcelona –la pancarta contra el turismo en la Pedrera, el robo a familia real de Catar en un hotel o el tirón mortal a una alto cargo coreana–, Perera subraya que la seguridad de la ciudad es una “cuestión prioritaria” que tratará con el Ayuntamiento. Añade que también es necesario trabajar para erradicar las actividades ilegales o para mejorar la imagen de la ciudad. Todavía no se han reunido, pero avanza que la relación con el próximo gobierno municipal debe basarse en el “diálogo”.
Jordi Mestre, al ataque
En cambio, Jordi Mestre pasó al ataque el mismo día en que, este martes, le nombraron nuevo presidente del Gremio de Hoteles. Indicó que debían trabajar para revertir el “tono negativo” para que se vuelva a hablar del “turismo en positivo”. Y cargó contra las restricciones a la capacidad hotelera que contempla el Plan Especial de Alojamientos Turísticos (Peuat). Desde este gremio siempre se ha acusado a Colau de frenar el turismo.
Mestre dimitió un día después como vicepresidente del FC Barcelona por discrepancias con el presidente, Josep Maria Bartomeu. Sin embargo, el nombramiento en el gremio y la dimisión en el Barça no tienen nada que ver.
En un comunicado, el Gremio de Hoteles reclamó al próximo gobierno de Colau que “despliegue una estrategia en materia de seguridad y civismo eficiente, contundente y constante en el tiempo, que palíe las graves deficiencias que en este sentido sufre Barcelona y que están perjudicando gravemente la calidad de vida de los ciudadanos y visitantes”. Advierten que incidentes como el tirón mortal, la pancarta de Arran o el robo en el interior de hoteles “afectan seriamente la reputación” de Barcelona.
La voz independentista
Otro nuevo actor del sector será Joan Canadell, presidente de Barcelona Turisme, un consorcio público-privado participado por la Cámara de Comercio y el Ayuntamiento de Barcelona. Como presidente de la Cámara, a Canadell le corresponde la presidencia del comité ejecutivo del consorcio de promoción turística; mientras que Colau seguirá presidiendo su consejo general.
Desde su fundación en la década de los noventa, Turisme de Barcelona solo tuvo un presidente, Joan Gaspart, que lo era por delegación del presidente de la cámara barcelonesa. Pese a no ser un empresario del sector turístico, Canadell prefirió no delegar el cargo, al menos por el momento, para situarse al frente de la promoción del turismo barcelonés.
Tan solo ha avanzado hasta ahora que pretende que el turismo se reparta en el conjunto de Cataluña. Como presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona, defiende abiertamente la viabilidad de una Cataluña independiente. Previsiblemente, mantendrá estas posiciones como presidente de un consorcio de promoción turística que tiene como socio al ayuntamiento de Colau.
La alcaldesa todavía no ha convocado el consejo general de Barcelona Turisme en el que se renovarán sus representantes. Tampoco ha convocado el de Fira. Ambos se deben celebrar en julio. No obstante, estos consejos han quedado en segundo plano en un momento en que Colau está inmersa en la negociación del pacto de gobierno con el PSC.