Cabify expande sus tentáculos en España (el triple que Uber)
Cabify anuncia su entrada en Alicante, sexta ciudad en la que operará en España. Uber, por su parte, sigue solo en Madrid y Barcelona
Cabify acelera en España más rápido que Uber. La plataforma que conecta a usuarios y conductores con licencia de vehículos de alquiler con chófer (VTC) comenzará su actividad desde este mes en Alicante, sexta ciudad española en la que ya opera la compañía.
Uber, por su parte, sigue solo en Madrid y en Barcelona, donde volvió en marzo tras dos años desde su salida por operar bajo Uber Pop, un sistema en el que los conductores operaban sin licencias VTC y que la justicia europea no vio con buenos ojos.
Cabify ha anunciado ahora que empezará a operar en Alicante con una flota de 50 vehículos, que irá aumentando progresivamente hasta finales de año. La ciudad valenciana se suma a la lista de puntos en los que ya trabaja la plataforma (Madrid, Barcelona, Málaga, Sevilla y Valencia).
Cabify cerró una ronda de financiación de 1.600 millones de dólares el pasado mes de enero
El director regional de Cabify, Mariano Silveyra, señala en una nota que su entrada en Alicante supone «un paso más allá» en la evolución del negocio y una «respuesta ante las necesidades» de los usuarios.
El plan de expansión de Cabify está en marcha desde que anunciara una megaronda de inversión a finales de enero. Dicha inyección de capital ascendió a de 160 millones de dólares (137 millones de euros al cambio actual).
La operación le valió para alcanzar una valoración de 1.600 millones de dólares (1.400 millones de euros al cambio actual), lo que la convierte en una de las líderes mundiales que puede competir con otras aplicaciones similares (Uber, Lyft o Didi, por ejemplo) en otros puntos del mundo, especialmente en Latinoamérica.
Pendientes del Supremo
El mercado de arrendamiento de vehículos sin conductor está en España en manos del Supremo. El alto tribunal decidirá en las próximas semanas si el número de licencias en circulación respeta la normativa fijada en la ley (1 vehículo VTC por cada 30 taxis).
La resolución puede dibujar dos escenarios. En primer lugar, si la justicia tumba esta proporción, los permisos para conducir este tipo de vehículos crecerán, lo que beneficiará a Uber y Cabify y permitirá la entrada de nuevos competidores.
Por contra, si la justicia blinda dicho ratio –el Gobierno ya se adelantó y elevó el pasado abril esta proporción a rango de ley–, estas aplicaciones tendrán muy complicado crecer en España y todas las licencias que se solicitaron hasta la fecha – bloqueadas actualmente en los juzgados– quedarán denegadas.