Abertis pone a la venta autopistas en Francia, Colombia y Reino Unido
La compañía controlada por Atlantia y ACS venderá sus participaciones en concesionarias que no controla para rebajar deuda
La deuda de más de 15.000 millones que Atlantia y ACS han cargado sobre las espaldas de Abertis deja a la concesionaria de origen catalán poco margen para la inversión. El camino es justamente el contrario: vender negocios y participaciones no estratégicas para aligerar peso y reducir el pasivo. Cellnex e Hispasat son una muestra de ello, y habrá más, aunque estas ya en su sector core, las autopistas.
Abertis se prepara para vender participaciones en autopistas que no controla, según explican fuentes del sector. Tras algunos cambios internos —Abertis estaba sin director financiero hasta hace pocas semanas— y el encaje nada fácil entre Atlantia y ACS, los dos grandes accionistas, la compañía ha empezado a trabajar en su plan estratégico. Uno de sus puntos cardinales es la concentración del negocio, focalizándose en lo que da dinero y se puede controlar, prescindiendo del resto.
En el cajón de deberes por hacer destacan algunas participaciones en autopistas que contradicen la lógica de Abertis. Es decir, que no le dan la gestión. La intención de José Aljaro, consejero delegado de la empresa, es seguir los pasos de su antecesor: consolidar todo el negocio posible e interesante. Lo que no cumpla estos requisitos será vendido.
Abertis trabaja en el plan estratégico y uno de sus puntos manda vender lo que no pueda controlar
Lo que ahora es nuevo respecto a la época en la que Francisco Reynés no paraba de comprar para consolidar —por ejemplo, en Francia con Sanef— es el momento vital de la compañía. Su alta deuda recomienda vender antes que comprar, y es la línea dictada por Giovanni Castellucci (Atlantia), Florentino Pérez (ACS) y Marcelino Fernández Verdes, presidente de Abertis y de Hochtief. Por ello, lo más probable es que las participaciones minoritarias dejen de serlo porque Abertis salga del accionariado.
Abertis controla la mayoría de concesionarias en las que está presente, pero tiene participaciones minoritarias en Colombia, Francia y Reino Unido, que va a poner en el mercado. En algunos casos podría ser incluso su socio local el que se quedase con su parte del pastel, previo acuerdo respecto al precio. Las ventas están todavía en fase de estudio, según las fuentes consultadas. La compañía prefiere no hacer comentarios.
Se trata de concesionarias con pocos activos que todavía no se han tasado, pero darían oxigeno a una compañía con una deuda 4,4 veces su ebitda, una ratio considerada alta, y que, aunque no está en fase de crecimiento, sí tiene el anhelo de presentarse a concursos en Estados Unidos y explora alguna compra, como en México.
Las autopistas de Abertis en venta
Abertis no controla ninguna autopista en Colombia, si bien sí tiene una participación financiera en Coviandes, la concesionaria de la vía que une Bogotá y Villavencio, de 86 kilómetros. La compañía española tiene el 40% de la concesionaria, que en 2017 perdió cerca de 3 millones de euros. Entre estas cifras y el hecho de que a menudo tiene problemas —actualmente sufre cortes por los destrozos causados por las lluvias—, Abertis dará salida a esta participación en cuanto pueda.
En Reino Unido, la empresa española gestiona varias autopistas, pero también cuenta con una participación financiera en RMG, que gestiona 74 kilómetros de dos vías al norte de Londres. Abertis tiene el 33,3% de la sociedad a través de su filial británica. RMG sí ganó dinero en 2017, más de 4,4 millones de euros.
Francia es uno de los países con mayor presencia de Abertis, a través de su control del 100% de Sanef. Además, participa en Alis (19,67%), Aliénor (35%) y Léonord (35%). Las dos últimas, una de ellas en Pau y otra en Lyon, están controladas por Eiffage, que tiene derecho de compra preferente sobre la participación de Abertis. Estas podrían ser las primeras en caer.
Los otros deberes de Abertis
La mayor concesionaria de autopistas española tiene otros deberes para la ordenación de su negocio, especialmente en el área internacional. A nivel nacional, se limita al fin de las concesiones, recortes incluidos, y a lo que pase con el Supremo y la reclamación de 3.000 millones de euros al Gobierno.
Pero volviendo al negocio de Abertis fuera de España, tiene pendiente asumir algunas concesiones de sus propietarios, siguiendo el pacto al que llegaron Atlantia y ACS-Hochtief. Ello supondrá controlar las autopistas del grupo italiano en Latinoamérica, principalmente en Brasil y Chile, y las de Iridium, filial de ACS, en América, Suráfrica y algunos países europeos. El principal fleco es el precio, puesto que ambos accionistas deben ponerse de acuerdo, algo que no parece que vaya a suceder a corto plazo.