¿Teletrabajar con un ordenador portátil o uno de sobremesa? Los pros y contras de cada opción
La versatilidad de los portátiles y la potencia de los ordenadores de sobremesa son aspectos que debemos valorar en función de nuestras necesidades
A lo largo de las últimas dos décadas, el avance tecnológico ha jugado un papel fundamental en muchos de los aspectos que conforman nuestro día a día. Hasta el punto en el que, actualmente, la tecnología desempeña un papel vital en prácticamente todos los ámbitos que componen nuestra rutina, siendo el aspecto en torno al que gira todo.
Sin ir más lejos, en el ámbito laboral, la tecnología ya se emplea en prácticamente todos los empleos del mundo, ya sea de un modo u otro. Lo que muchos no esperaban es que, tras el confinamiento provocado por pandemia vivida en 2020, esta tecnología sería la protagonista de que millones de personas cambiasen la oficina por trabajar desde casa con su propio ordenador.
Un hecho que trae muchas ventajas, pero que también requiere contar con el equipo adecuado para hacerlo de manera efectiva. Ante esto, surge una duda que millones de personas se han realizado: ¿es mejor para teletrabajar un ordenador portátil o uno de sobremesa? Una duda respecto a la cual hoy analizaremos los pros y los contras, para ayudarte en tu decisión final a la hora de hacerte con uno u otro dispositivo.
La eterna duda: ¿comprar un ordenador portátil o uno de sobremesa?
Lo cierto es que no es una pregunta sencilla de resolver, y depende de muchas incógnitas que debemos valorar. No obstante, cabe remarcar que no valoraremos aspectos como la movilidad y versatilidad de un dispositivo, puesto que los portátiles son, evidentemente, la mejor opción para llevarnos con nosotros el trabajo a cualquier lugar. Pero hoy hablaremos de una compra empleada única y exclusivamente para crear tu oficina en casa.
Y el primer aspecto que debemos valorar, como resulta lógico, es el uso que vayamos a darle. Se pueden llevar a cabo todo tipo de actividades con el ordenador desde casa, y algunas serán más exigentes que otras para nuestro ordenador. Por ello, la potencia y el rendimiento del dispositivo son indispensables en función del tipo de actividad que vayamos a realizar.
En algunos casos, no es necesario exigir demasiado a los ordenadores, ya que se trabaja con herramientas básicas como Office, WordPress, Excel… Sin embargo, existen empleos que requerirán de aplicaciones y programas mucho más complejos, como son los casos de los programas de edición de vídeo, de arquitectura, y muchos otros empleos que requerirán una mayor potencia para sacar el trabajo adelante, siendo en este caso más habitual contar con un potente ordenador de sobremesa.
También el procesador juega un papel muy importante a la hora de permitirnos desarrollar una o varias tareas a la vez. Y es cierto que, a día de hoy, podemos encontrar portátiles con procesadores potentísimos. Pero esta inversión se ve reflejada en el precio de los mismos, que, por lo general, suele ser relativamente alto, por lo que en caso de necesitar un procesador potente, puede resultar más rentable apostar por uno de sobremesa.
Algo similar ocurre con la memoria RAM o el disco duro. A día de hoy, existen ordenadores portátiles que cuentan con una amplia memoria RAM y discos duros SSD de una gran calidad, pero esta inversión se refleja en el alto precio de los mismos, por lo que uno de sobremesa puede resultar más rentable.
Caso totalmente opuesto a lo que sucede con la tarjeta gráfica del dispositivo, imprescindible para tareas como la edición de vídeo, diseño gráfico o desarrollo de videojuegos, puesto que los ordenadores portátiles directamente no disponen, por norma general, de tarjetas gráficas tan potentes, teniendo que recurrir a modelos especializados.
Por último, en lo que respecta a la vida útil del propio ordenador, tampoco hay duda: los ordenadores de sobremesa tienen una potencia mucho mayor que los de un ordenador portátil, por lo que si quieres un ordenador que te dure muchos años, lo mejor es apostar por uno de sobremesa.
En resumen, tras este análisis, queda claro que si lo que quieres es un ordenador fijo para trabajar siempre desde el mismo sitio, un ordenador de sobremesa es la mejor opción con mucha diferencia. Y es que las ventajas de un ordenador portátil, como su propio nombre indica, parten de la movilidad que nos brindan, así como la comodidad y la versatilidad que estos nos brindan para llevar a cabo cualquier tarea desde cualquier lugar.