El truco oriental para tender la ropa en casa sin problemas de humedad

La llegada del frío y las precipitaciones ha cambiado por completo muchos aspectos de nuestro día a día, incluso a la hora de tender la ropa. Desde algunos evidentes, que giran en torno a los aspectos más básicos de nuestro día a día, hasta otros que nos dificultan tareas imprescindibles, como es el simple hecho de hacer la colada.

Y es que el tender la ropa se convierte en toda una ruleta rusa durante el otoño, puesto que es imposible saber con exactitud si lloverá o no. Por ello, muchas personas apuestan por tender dentro de casa para evitar este problema. Sin embargo, este remedio también puede conllevar ciertos problemas, que llegan a nuestro hogar en forma de humedades en techos y paredes.

La solución oriental que acaba con el gran problema de tener ropa húmeda dentro de casa

Sin embargo, a grandes males, es habitual encontrar grandes remedios. Y en esta ocasión, para poner fin de raíz a este molesto y habitual problema y, aunque la OCU también ha propuesto algunas medidas, nos quedamos con las propuestas desde la cultura oriental, más concretamente desde Japón, nos brindan una solución que pone fin a los problemas derivados de tender la ropa dentro de casa.

Un truco denominado tendido en arcoíris. Una técnica que, entre otras cosas, consiste en colocar las prendas más largas cerca de las zonas de exterior, donde puedan llegar corrientes de aire, exponiéndolas así por encima del resto de prendas al paso del aire, haciendo que estas se sequen de una manera más efectiva.

Por otro lado, las prendas más pequeñas, entre las cuales se encuentran la ropa interior, trapos y demás ropa, se colocan en la zona del interior, ya que no supone un problema tan grande a la hora de secarse como lo supone la ropa de grandes dimensiones.

Y es que uno de los problemas por los que habitualmente la ropa no se seca correctamente cuando la tendemos en el interior es porque, al colocarla pegada entre sí, es más difícil que el aire circule entre las propias prendas. Y con ello, como es evidente, se hace más complicado que se pueda hacer un secado no solo más rápido, sino también más efectivo.

Si a esto le sumamos el hecho de que en la cultura nipona es muy habitual tender la ropa cerca de la calefacción, estamos ante el truco ideal no solo para que la ropa se seque de una forma mucho más veloz, sino para que, además, se eviten esas molestas humedades que terminan haciendo acto de presencia en las paredes o el techo de nuestro hogar.