¿Son perjudiciales las proteínas como suplemento deportivo? Los expertos en la salud tienen la respuesta

Los efectos de las proteínas como complementación deportivas tienen efectos positivos en fases de aumento de masa muscular

Los efectos reales del uso de las proteínas en el gimnasio.

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Dentro de todas las prácticas que se pueden y se suelen llevar a cabo en busca de encontrar un estilo de vida más saludable desde todos los puntos de vista, el ejercicio físico supone un pilar fundamental en el orden de las cosas imprescindibles para cumplir todo tipo de objetivos. Unos objetivos que verán unos efectos a corto, medio y largo plazo.

Tal es así, que a lo largo de los últimos años se ha popularizado en países de todo el mundo ir al gimnasio a entrenar, un lugar que hasta hace no tanto era considerado un sitio de nicho para un público muy específico. Y lo cierto es que estos centros de entrenamiento te brindan la posibilidad de llevar a cabo entrenamientos personalizados en busca de uno u otro objetivo.

No obstante, el ejercicio en el gimnasio no es el único aspecto que debemos tener en cuenta en busca de un objetivo concreto. Y es que la alimentación también juega un papel fundamental en lo que respecta a conseguir nuestros objetivos de forma más o menos eficiente. Sin embargo, más allá de esta alimentación, existen diversos suplementos que nos echan una mano al alcanzar dichas metas. Unos suplementos que, por muchos motivos, generan desconfianza en algunas personas.

Las ventajas e inconvenientes del consumo de proteínas como suplemento deportivo

Es evidente que estamos hablando, por supuesto, de sustancias no nocivas y que poco o nada tienen que ver con el consumo de anabolizantes. Y es que a lo largo de los años, suplementos como las proteínas o la creatina se han convertido en un aspecto indispensable antes del entrenamiento de millones de personas, sobre todo en aquellos en los que el objetivo es lograr un aumento de la masa muscular. Y aquí surge la duda: ¿realmente vale la pena?

La primera duda que surge en lo que respecta al consumo de estar proteínas es si pueden tener un efecto nocivo sobre nuestra salud. Y la respuesta es clara y concisa: no. Siempre y cuando, por supuesto, se consuman con responsabilidad. Y es que, en resumidas cuentas, se trata de un suplemento a las proteínas que ya ingerimos de la mano de los nutrientes de nuestra comida, siendo un factor fundamental en la construcción del músculo.

Si bien son necesarias especialmente para esas fase de volumen en las que el objetivo sea alcanzar una mayor masa muscular de forma más sencilla, el consumo de estas proteínas, lejos de tener un efecto que se encargue de hacer crecer el músculo sin necesidad de continuar entrenando, su objetivo consiste, básicamente, en servir a modo de ayuda para facilitar el desarrollo muscular y la fuerza, lo cual supone que los progresos que alcancemos en el gimnasio sean más fáciles de lograr.

Dicho esto, quedan resueltas las dudas tanto en lo que respecta a sus efectos sobre nuestra salud y a su efectividad, que, como ya hemos dicho, tiene sentido cuando hablamos de casos muy concretos. Eso sí, conviene consumirlo con responsabilidad, y siendo siempre conscientes de las dosis adecuadas que debemos consumir en función de nuestro peso, altura y objetivos.

De hecho, la propia Organización Mundial de la Salud no solo no ha desaconsejado el uso de estas proteínas, sino que ha elaborado una lista de recomendaciones sobre el uso debido de estos suplementos en función de los factores previamente mencionados: si lo que queremos es ganas masa muscular, es recomendable consumir entre 1,4 y 2 gramos de proteínas antes o después de cada entrenamiento.

Un consumo responsable que tendrá un efecto directo tanto sobre nuestro rendimiento en los entrenamientos, como en la recuperación del músculo después de cada uno de estos entrenamientos, especialmente aquellos más duros. Eso sí, el hecho de que esta suplementación deportiva sea algo útil no implica que actúe como por arte de magia: es solo un factor más dentro de otros muchos, entre los que entran en juego la genética, los entrenamientos, y una larga lista de factores que determinarán la consecución de dichos objetivos.

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